Inferno

Crítica de Iván San Martín - Cinergia

En busca del tesoro perdido

El profesor Robert Langdon (Tom Hanks) se despierta herido de bala y con amnesia en un hospital de Florencia, no sabe cómo llegó y hay personas que intentan matarlo. Con la ayuda de la doctora Sienna Brooks (Felicity Jones) logra escapar pero ahora ambos tienen que resolver lo que hay entre la Divina Comedia de Dante Alighieri, la representación del infierno mencionado en esta obra dibujado por Sandro Botticelli y la obsesión con estas que tiene Bernard Zobrizt (Ben Foster), un genio multimillonario preocupado por la sobrepoblación mundial que cree que la solución es una epidemia.
Tercera película que adapta las novelas éxitos de ventas escritas por Dan Brown (El código Da Vinci, Ángeles y demonios) Inferno reúne otra vez a Ron Howard en la dirección y Tom Hanks encarnando al héroe Robert Langdon.
Lo que más le juega en contra a la película es que se toma demasiado en serio a sí misma, esa seriedad se hace evidente cuando el guion de David Koepp intenta explicar cosas demasiado inverosímiles y que el espectador nunca llega a captar. Además el villano interpretado por Ben Foster tiene un plan más parecido al de un villano de James Bond que al de un hombre de ciencia que pretende solucionar el mundo.
No hay actuaciones sobresalientes y tanto a Tom Hanks como a Felicity Jones les falta el carisma que bien saben transmitir y tampoco se destaca el elenco de secundarios que, aunque está correcto, poco aporta.
La música del ganador del Oscar Hans Zimmer está dentro de lo mejor de la película, mientras que la fotografía tiene momentos destacados como cuando retrata ciudades como Florencia o Estambul.

Inferno es una película que va a ser un poco más apreciada por los fanáticos de Dan Brown o de esta saga de películas que el espectador casual. Aún queda por adaptar una novela más de Dan Brown llamada “El símbolo perdido”, por lo cual la recaudación mundial será la que defina.