Inferno

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Aunque Inferno sea una película menor en la filmografía de Ron Howard al menos logra brindar la aventura más entretenida del profesor Robert Langdon.
A diferencia de las entregas previas (El código Da Vinci y Ángeles y demonios), el director en esta oportunidad optó por una narración mucho más dinámica donde establece el conflicto principal en los primeros dos minutos de la historia.
Langdon aparece herido con amnesia en un hospital de Florencia,Italia, y tras sobrevivir un intento de asesinato el profesor enseguida se ve envuelto en la típica búsqueda del tesoro que caracterizan las novelas de Dan Brown.
La pérdida de memoria del protagonista es un elemento que le dio cierta frescura a un relato que tiene un tono similar a los filmes previos, donde la intriga del misterio se centra en la simbología y los acontecimientos históricos.
En el caso de Inferno si el espectador concede cierta indulgencia al hecho que Langdon y su nueva joven compañera resuelven algunas situaciones de un modo inverosímil, esta producción como propuesta de suspenso llega a disfrutarse.
La trama tiene los giros inesperados necesarios para hacer llevadera la película y en esta oportunidad el guionista David Koepp cambió el final de la historia.
Por consiguiente, quienes hayan leído la novela original se encontrarán con una versión alternativa del relato de Dan Brown. Creo que este fue un cambio favorable para evitar que la película resultara una adaptación literal como ocurrió con El código Da Vinci, donde el argumento seguía el conflicto del libro sin ningún aporte interesante.
En este caso le dieron una vuelta diferente al acto final y el cambio no es tan terrible.
Tom Hanks presenta una actuación correcta con un personaje consolidado y dentro del reparto se destacan en roles secundarios Omar Sy (Intocables) e Irrfan Kahn (La vida de Pí), quien interpreta al personaje más interesante del film.
Lo mejor de Inferno se encuentra en los aspectos técnicos. Ron Howard lleva muy bien el suspenso de la trama en su narración, asistido por Salvatore Totino en la fotografía, quien supo capturar la belleza de los paisajes italianos y los exóticos museos.
La película no tiene mayores ambiciones que presentar un thriller entretenido y en ese sentido cumple con su objetivo.
En mi caso personal, que no me habían enganchado demasiado los filmes previos, la nueva aventura de Robert Langdon me pareció una propuesta mucho más llevadera.