Indiana Jones y el dial del destino

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

«Héroes eran los de antes» podríamos decir al ver la quinta película protagonizada por el personaje pergeñado por George Lucas e inmortalizado por Harrison Ford. De hecho, tan distorsionado y explotado está el modelo del héroe moderno con la pasada década dominada por los superhéroes y los personajes de los comics, que se perdió un poco el interés por el clásico llamado a la aventura. Quizás sea por la escala que llevan estos relatos y la enormidad que plantean los conflictos que estos individuos deben enfrentar, pero también hay algo con la familiaridad de lo que vemos, los lugares comunes que se atraviesan y la falta de originalidad en el ámbito del mainstream actual.

George Lucas había escrito en los ’70, un personaje y una aventura clásica que buscaba emular los seriales que se exhibían en los cines, en los años ’30 y ’40, llevando el concepto a la modernidad y creando un héroe mítico que no dudaba ni un segundo a la hora de encarar una nueva búsqueda. Básicamente, Lucas buscaría repetir lo mismo que había conseguido con «Star Wars» (1977), aunque con un héroe más terrenal si se quiere. El bueno de George comenzó a desarrollar el concepto con Philip Kaufman y decidieron encarar el relato con el Arca de la Alianza como el primer gran tesoro a descubrir por el protagonista. Luego por diversos motivos (entre ellos, Kaufman se fue a escribir otra película), Lucas terminó comentándole sobre el nuevo proyecto a su amigo Steven Spielberg, quien amó inmediatamente la idea y se sumó como director a la propuesta. El resto es historia.

«Indiana Jones» se convirtió en una de las películas de aventuras más icónicas de los ’80, y por qué no de todos los tiempos, comprendiendo un éxito tanto en lo comercial como en lo referente a la crítica. El concepto no era nada que no hayamos visto antes, un claro ejemplo de El viaje del Héroe, aquel esquema narrativo popularizado por Joseph Campbell, que describió muy acertadamente en su libro «El Héroe de las Mil Caras». No obstante, la fuerza del personaje protagónico, la frescura del guion de Lawrence Kasdan en aquella primera película, un impecable trabajo de dirección de Spielberg, así como también una de las melodías más recordadas de John Williams, hicieron que todo se sienta como algo novedoso y sumamente entretenido.

En las secuelas se siguió con la tendencia de la implementación del MacGuffin de turno para que Indy siguiera aceptando el llamado a la aventura, llevándolo por destinos exóticos y descubriendo tanto nuevos adversarios como ayudantes. Los 12 principales pasos del camino del héroe seguían vigentes. Probablemente, la cuarta entrega del profesor de historia y arqueólogo más famoso del mundo, haya sido la menos estimada por los fans por ser la menos estilizada y la más inverosímil de todas, pero eso no quitó que no se hablará de una quinta entrega que tardó varios años en materializarse.

2023 fue finalmente el año en donde «Indiana Jones and the Dial of Destiny» llegó a la pantalla grande con un Harrison Ford octogenario y con lo que parece ser hasta el momento la despedida definitiva del personaje (al menos de momento hasta que el estudio seguramente designe un sucesor). Ya sin Spielberg tras las cámaras, James Mangold («Ford vs Ferrari», «Logan») fue el director encargado de continuar con el legado del Dr. Jones quien también participó de la escritura del guion junto a Jez Butterworth y John-Henry Butterworth, la dupla con la que ya había trabajado en la película sobre la mítica carrera de Lemans.

En esta oportunidad, nuestro héroe deberá emprender otra aventura a contrarreloj para recuperar un legendario Dial creado por Arquímedes que parece poseer la capacidad de que su usuario viaje en el tiempo. Obviamente, la tarea no será para nada sencilla y deberá enfrentarse contra Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), un ex oficial nazi que busca alterar el curso de la historia y prevenir la caída del tercer Reich. Indy estará acompañado por su ahijada, Helena (Phoebe Waller-Bridge), quien servirá como su principal ayudante en esta ocasión.

Nuevamente la historia emplea el uso del MacGuffin del título para hacer avanzar la trama y llevar al personaje de Indiana a su última aventura. El film busca explotar la nostalgia, muy habitual en estos últimos tiempos de revivals y reboots, pero sin ser algo realmente fastidioso sino rindiéndole homenaje a la saga creada por Lucas y Spielberg. No obstante, puede que esta entrega se sienta como algo más convencional y genérica, siguiendo la fórmula de principio a fin. El largometraje es entretenido y posee algunas secuencias bastante ingeniosas que resguardan muy bien a Ford de su escasa movilidad, apoyándose en persecuciones en vehículos, caballos, aviones, trenes. Mangold hace un buen trabajo en ese sentido, pero obviamente está muy lejos de lograr ese sello autoral que tiene Spielberg, que dejó marcado a fuego en la saga del arqueólogo más famoso del mundo. Quizás lo que le falta a la película es ese plus o esa magia que justamente tenía la trilogía original y que estaba dado en la puesta de cámara de Spielberg, en su forma de presentar a los personajes y de yuxtaponer las secuencias de acción con momentos realmente cómicos y coreografías bastante originales.

Aún así la película logra entretener a lo largo de sus extensos 154 minutos de duración, honrando el legado mediante la búsqueda de un artefacto novedoso, un villano despiadado muy bien interpretado por Mikkelsen y una excelente ayudante con Waller-Bridge que derrocha simpatía y carisma. Asimismo, el prólogo inicial en el pasado con un Indiana Jones rejuvenecido por CGI, que por momentos se ve un poco polémico, pero sale airoso, resulta ser lo bastante interesante como atrapar desde el comienzo y sumergirte de lleno en este regreso. Mangold en definitiva es un buen narrador y consigue que el espectador se compenetre con lo que está viendo, el único problema es que no posee la maestría de Spielberg, y el guion tampoco parece ser lo suficientemente inteligente como para no caer en algunos traspiés que pudimos ver en «La Calavera de Cristal». Aun así, los amantes de esta saga podrán presenciar un cierre digno para este querido personaje.