Incomprendida

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Sólo para fans del estilo Asia Argento

El papá de Aria es un actor famoso y fachero (o quizá famoso por lo fachero y lo ridículamente supersticioso). La mamá es una concertista seguramente también famosa (entre los muchos fulanos con los que tiene sucesivos amoríos). Las hermanastras de Aria son una gorda vaga hija favorita del papá, y una flaca hija favorita de la mamá. Y a ella que la parta un rayo. Encima, las chicas de la escuela le tienen bronca porque sabe escribir bien, y el chico que le gusta la desdeña. Lo único que falta es que se le escape el gato pulguiento que tiene de mascota.

Esa es la historia. Otra vez, Asia Argento describe los padeceres de criaturas sufrientes en familias de anormales. Y otra vez le faltan cinco para el euro. La protagonista es buena (Giulia Salerno, 12 años al momento del rodaje, aunque su Aria tenga 9), la mayoría del elenco es bueno, la intención es buena, y también la decisión de alternar momentos lindos y feos en la vida de la niña, y el mensaje del epílogo también. Pero el conjunto se hace largo, reiterativo, con escenas antojadizas o discontinuadas, y una banda musical que no termina nunca. Incluso aparecen The Penelopes como tales, aunque se supone que la acción transcurre en 1984.

Gustará, sin dudas, a los amantes de dicha música, a los seguidores de Asia Argento con sus cuentos parcialmente autobiográficos y su gusto por la caricatura, a quienes piensen que las únicas personas cordiales que una niña puede encontrar de noche por la calle son los drogones, y a la gente que se apiada de los niños ricos que tienen tristeza. Para esa gente, una clave: la película que la nena está viendo por televisión en la secuencia final es "El incomprendido", tocante melodrama de Luigi Comencini, 1967, sobre novela de Florence Montgomery, luego adaptada por Jerry Schatzberg con el chiquito de "ET". Esa vale la pena.