Impuros

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

En los años ’20 y ’30 llegaban a la Argentina un gran número de inmigrantes provenientes de Europa. Entre ellos se encontraba un grupo de rufianes judíos-polacos que consolidaron una red de trata de mujeres para introducirlas a diversos prostíbulos de Buenos Aires y Rosario bajo la fachada de la Asociación de Socorros Mutuos Varsovia, más conocida posteriormente como Zwig Migdal.

“Impuros” es un documental que viene a desenmascarar estos hechos silenciados por más de 100 años ocurridos en nuestro país, donde la legalidad de la actividad y el amparo de la política y la policía hizo de estos actos algo difícil de juzgar, pero que la misma colectividad judía logró expulsar de su comunidad.

A través de distintos testimonios y material de archivo, como fotos, diarios o videos de la época, vamos conociendo cómo llegaban los rufianes con las mujeres que traían desde Europa a la Argentina, cómo se agrupaban en sociedades, la cooperación del Estado y la policía que le otorgaban a esta actividad un marco legal y regulado, el control que tenían sobre las mujeres, sus condiciones de vida (enfermedades de transmisión sexual, cómo podían manejar su dinero, etc.) y las consecuencias; un abordaje completo sobre dicha temática. Muchas de las entrevistas son objetivas, donde los investigadores y autores de libros exponen sus conocimientos, y otras tantas son subjetivas y sentidas (se puede ver una lucha personal dentro de sus dichos o el deseo de no seguir ahondando sobre un tema complejo, minimizando la importancia de la divulgación y el conocimiento para no solo saber de un asunto sino para que no se continúe con estos patrones).

El documental filmado en Argentina (Buenos Aires y Rosario) e Israel, toma a Sonia Sánchez, escritora y militante contra la trata de persona, como hilo conductor para ir uniendo los distintos momentos de esta historia. Incluso por instantes es la voz de las víctimas, leyendo las cartas de las mujeres con pedidos de auxilio o historias sobre sus desgarradoras experiencias, conservadas en archivos en Tel Aviv.

La banda sonora utilizada, con una predominancia de canciones en hebreo o instrumentales pero rápidamente identificables con la cultura judía, ayudan a construir un clima triste y nostálgico. Su fotografía y el uso de la cámara también acompañan bien, sobre todo en los momentos en los cuales no tenemos entrevistas ni material de archivo, sino cuando se sigue a Sonia leyendo las cartas o caminando por los cementerios.

Por otro lado, “Impuros” no se queda únicamente en el pasado y en el deseo de sacar a la luz un hecho poco tratado, sino que trae esta historia al presente, nuevamente a través de la figura de Sonia, para continuar abordando la lucha femenina en nuestro país.

En síntesis, “Impuros” es un documental que busca visibilizar un suceso histórico de nuestro país poco conocido y que en su momento naturalizaba una práctica legal pero inmoral y terrible (sobre todo por el hecho de que las mujeres prostitutas no lo hacían por voluntad propia sino porque eran parte de una red de trata), a través de distintos materiales de archivo y testimonios que le otorgan su propia impronta (algunos hablando desde su propia investigación y otros brindándole sus sentimientos). Problemáticas del ayer y del hoy, una lucha del pasado que continúa vigente.