Implosión

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

Algunas películas cobran mayor sentido a partir de tener en cuenta determinada información que es fundamental para disfrutar mucho mejor de la propuesta. Es relevante entonces saber los acontecimientos que dan origen a “IMPLOSION”, el nuevo trabajo de Javier Van De Couter.

En Septiembre de 2004, un hecho sacude completamente a Carmen de Patagones, una cuidad al sur de la provincia de Buenos Aires, al límite con Río Negro. Un adolescente de 15 años ingresa a su colegio secundario, como parte de la rutina cotidiana, saca una pistola y mata a tres de sus compañeros además de herir a otros cinco.

Otros trabajos abordaron este tipo de problemáticas entre los que podemos mencionar a “Elephant” de Gus Van Sant (2003), “Tenemos que hablar de Kevin” (Lynne Ramsay, 2011) o el documental de Dennis Villeneuve, “Polytechnique” (2009) pero lo interesante de la propuesta de Van De Couter es que los protagonistas de “IMPLOSION” son dos de los sobrevivientes de la catástrofe: Rodrigo Torres y Pablo Saldías Kloster.

Uno de los puntos más interesantes es la facilidad con la que quedan borrados, a priori, los límites de la ficción y los hechos realmente acontecidos de los que los protagonistas no pueden escindirse, víctimas reales de lo sucedido que cargan en sus espaldas –hoy ya con más de 30 años- el stress post traumático provocado por tan impactante acontecimiento que hoy en día sigue generando sentimientos contradictorios y que denotan que aún hay varios cabos sueltos por resolver para cerrar estas heridas.

¿Qué fue de Rafael Solich, quien asesinó a sus compañeros? ¿Dónde vive? ¿En dónde construyó una nueva vida? Estas preguntas disparan el viaje que emprenden Rodrigo y Pablo para dar con su paradero. Rafael ha sido puesto en libertad –dato que es de público conocimiento- y vive con su familia, intentando ocultar su identidad y su historia.

Narrada con un formato similar a una road-movie, los protagonistas irán entrecruzándose en el camino, con otros personajes y en forma casi fortuita, en algunos bares, hoteles o fiestas podrán ir sumando datos que les sirvan para trazar el recorrido que los acerque a su objetivo. Un viaje que será una reflexión permanente sobre el pasado, de lidiar con todo lo acontecido y sus marcas y consecuencias, un recorrido que remueve todas las emociones de los personajes

Javier Van de Couter (director de “Mia”) cambia completamente de registro y se sumerge en esta historia que borra expresamente los límites ficción / realidad y que además traza las diferencias entre ambos protagonistas, uno de ellos con una necesidad de contar lo ocurrido para ir exorcizando el pasado y otro, más introvertido, al que parece que le cuesta poner en palabras esos sucesos que siguen sobrevolando el presente.

El guion, escrito por el propio Van De Couter junto a Anahí Berneri, se torna algo sinuoso y disperso en el centro de la narración. Abre presentando esta propuesta sumamente interesante, pero durante el segundo acto, no logra la cohesión y la fuerza del inicio y comienza un camino más errático, quizás reflejando los propios avances y retrocesos que aparecen en cualquier investigación tanto como las profundas contradicciones que habitan en los personajes / víctimas frente al supuesto encuentro de su victimario, aun partiendo de una información sumamente escasa y comenzando a construir su propio derrotero.

Después de este segundo acto impreciso que parece perder el rumbo de la historia, deambulando y con algunos momentos narrativos demasiado episódicos, en el tercer acto retoma con más potencia todavía el eje de la propuesta, en donde superada la reflexión sobrevuelan palabras como “venganza” “destino” o “duelo” y nuevamente atrapa en su reflexión alrededor del trauma.

De esta forma “IMPLOSION” después de haber borrado los imprecisos límites de realidad y ficción que la hacen más interesante y de haber acompañado a Pablo y Rodrigo en este camino de atravesamiento de su propia historia, construye un alegato alejado del dolor y mucho más cercano a la renovación, al mudar de piel y reconstruirse desde esas dolorosas cenizas.

POR QUE SI:

“Historia que borra expresamente los límites ficción / realidad y que además traza las diferencias entre ambos protagonistas”