Imperio de luz

Crítica de Rodrigo Rivas - Cine Argentino Hoy

Sam Mendes le escribe una carta al cine junto a Olivia Colman en Imperio de Luz, donde la belleza de las salas se proyecta en una historia de amor al séptimo arte y a poder disfrutar de la los más simple de la vida.

Dirigida y escrita por Sam Mendes, mientras que el elenco está compuesto por Olivia Colman, Micheal Ward, Colin Firth, Toby Jones, Tom Brooke, Tanya Moodle, Hannah Onslow, Crystal Clarke y Monica Dolan.

La trama se centra en Hilary (Olivia Colman) una mujer de más de 40 años, solitaria, que no tiene ningún lazo familiar y que su vida es sumamente rutinaria. Su trabajo es en el Empire Cinema, ubicado en Margate, costa sur de inglaterra durante los años 80, este lugar aún tiene mucho brillo y muestra que, a pesar de que las salas de cine estén cerrando o haciéndose más pequeñas, este bello sitio sigue en pie. Hilary conocerá a Stephen, un joven que cambiará su vida y la hará verla y vivirla de otra forma.

Imperio de luz es una carta de amor al cine que no se puede comparar con Cinema Paradiso (1988), ya que Sam Mendes pone su propio sello, pero que, aun así, muestra lo bello de las películas, y hasta incluso, puede cambiar la forma, en la que una persona como lo es Hilary, viva su propia vida o pueda comprender a los demás.

Por el otro lado se encuentra Stephen, un joven de padres nacidos en Jamaica, siendo objeto de racismo, sabiendo que, en esa época, el partido fascista National Front, continuaba lastimando a los inmigrantes. Por lo que el espectador es testigo de la injusticia que sufre día a día Stephen, siendo Hilary, la mejor en comprenderlo, ya que tuvo una vida complicada y ser la primera en estar ahí para él.

La nueva película de Sam Mendes es una historia que mete en papel a los espectadores y provoca que puedan ver como el apreciar al séptimo arte, es capaz de cambiar una vida por completo. Pero no solo ese elemento está en juego, sino también, el relato de dos personas que atravesaron lo imposible día a día en sus vidas, y que, a pesar de ser dos polos completamente opuestos, pueden equilibrar el uno al otro más allá del amor y la amistad.

Adaptada de forma bellísima a la época, con un vestuario tan reluciente como deprimente en cada escena que marca la vida de Hilary y con una musicalización que sienta a los espectadores en las butacas del Empire Cinema. Imperio de luz no sale de nada que no fuera común, pero que presenta una historia con todos sus matices y el amor al cine.