Imparable

Crítica de Cecilia Tedesco - A Sala Llena

Frank Barnes, un ingeniero de la compañia ferroviaria AWVR desde hace veintiocho años, junto a sus viejos colegas temen perder sus empleos a causa de la incorporacion de nuevos empleados; tal es el caso del novato Will Colson, quien ese día llega ante Barnes en la sucursal de Stanton para trabajar a su lado en el traslado de la locomotora 1206 que debe cargar veinte vagones y llevarlos hasta la estacion Fuller. Will solo está haciendo su trabajo y no es responsable de las decisiones de los directivos de la compañia en cuanto a despidos y asuntos laborales. Acá se ve claramente lo que ocurre en muchas empresas que de pronto deciden despedir a sus viejos empleados y tomar nuevos sólo para pagar sueldos menores y ahorrarse dinero, lamentablemente es un problema cotidiano de estos tiempos que este film muestra a modo de denuncia como parte del relato.

Frank es viudo, tiene dos hijas que trabajan en un bar como meseras para pagarse la Universidad y al parecer la relación con ellas está un poco tensa esos días. Will está viviendo con su hermano ya que ha debido dejar su casa a causa de un malentendido con su esposa Darcy. Hasta acá parece un drama de conflictos familiares y problemas sociales, pero no es así, el relato da un vuelco y se convierte en una historia tensa, del género catástrofe, pero inspirada en hechos reales, lo cual provoca cierto pánico en el espectador, pensando que lo siguiente podria ocurrir en cualquier momento y lugar.

Es un caso de negligencia laboral humana, algo que también ocurre muchas veces en la vida real; si bien se dice que todos podemos cometer errores hay errores que resultan fatales para el que los comete o para terceros y en esos casos, no solo no podemos sino que no debemos cometer esos errores.

Cuando Connie Cooper, encargada de la estacion Fuller llega a su oficina es informada de lo ocurrido y comienza a ocuparse del asunto para intentar detener el tren y evitar accidentes colocando a la policía estatal en los cruces para desviar el tráfico. Pero la noticia llega a los medios de comunciación y a la oficina central de AWVR en Pittburgh, cuyo Vicepresidente de Operaciones, el Sr. Galvin, decide no hacer caso a los consejos de Cooper y dirigir el asunto tomando las decisiones pertinentes del caso con la Junta Directiva, ya que según sus palabras "es nuestra propiedad y nuestra decisión".

Obviamente por un lado es el maldito orgullo que a veces nos ciega y nos nubla el cerebro, pero aquí tambien se nota algo mas importante y grave, a la compañía solo le importa no perder sus propiedades, o sea los trenes y las vías, ya que estas pérdidas de dinero se traducirían en una alta devaluación de las acciones de la empresa y eso a los empresarios no les gusta nada. Entonces nos preguntamos: ¿que pasa con las vidas humanas que se podrían perder y el daño ambiental que podria provocar un accidente de tal magnitud? Bueno, esta película es una de esas que hay que ver, ya que por un lado resulta entretenida y el espectador sale conforme, pero ademas denuncia bastante sobre problemáticas de la vida diaria y en las cuales todos podemos estar involucrados de alguna manera.