Ilse Fuskova

Crítica de Marcela Gamberini - Subjetiva

El documental Ilse Fusková dirigido por Liliana Furio y Lucas Santa Ana, tuvo su estreno en la octava edición del Festival Asterisco y llega ahora a su estreno comercial. Que haya sido la película de apertura del reconocido festival de temática LGBTIQ+ la ubica en un tópico preciso y no por eso menos conflictivo. El documental trabaja alrededor de la figura de Ilse Fusková, una de las primeras activistas del feminismo y del lesbianismo en la Argentina. A través de la vida y la actividad de Ilse, los directores cuentan la compleja y siempre invisible historia del empoderamiento de las mujeres en la región. Escritos, fotos, cuadernos, dibujos, la propia voz de Ilse y la de muchas referentes del feminismo, arman con fragmentos de materiales a veces inhallables, a veces desconocidos un caleidoscopio de una vida de lucha que logró empezar a visibilizar los deseos de las mujeres siempre postergados.

Ilse fue en su juventud azafata, se casó, tuvo hijos y sobre el final de la década del 70, se declara abiertamente feminista. En esa época la dictadura cívico militar arrasaba derechos no sólo de los grupos homosexuales sino del conjunto de la sociedad. Ilse logra, por sus habilidades discursivas y por su carisma único recorrer un camino que la lleva a aparecer en los medios –incluso en los míticos programas de Mirtha Legrand y de Mauro Viale– expresando sus ideas y conceptos acerca del feminismo y del lesbianismo. Relacionada con todas las organizaciones que luchaban incansablemente por conquistar derechos civiles, Ilse se destacó como una buena oradora, periodista y también fotógrafa; siempre intuitiva, siempre atenta a la novedad, a la urgencia de los temas que recorrían y recorren aun la sociedad. Esta intuición es la que la lleva a vislumbrar una nueva figura de mujer diseñada por el feminismo y consecuentemente por la conquista de derechos. Ilse instala el debate acerca de las mujeres y sus roles en la sociedad argentina tensionando las voces mediáticas más relevantes de ese momento. Indudablemente ella hablaba de aquello que no se podía hablar, dándole su voz al silencio de las mujeres, visibilizando sus derechos, dibujando sus cuerpos y sus gestos en un escenario hostil.

Lo mas relevante de esta mujer es su costado intuitivo, es quien pudo ver más allá de los que había en ese momento y empezaba a pensar tibiamente, con una voz dulce y pausada, como modificar la estructura social anquilosada en viejas tradiciones arraigadas en el patriarcado.

Como una paseante solitaria, aunque siempre rodeada de amores, amigas y amigos, fotografió sensiblemente los rincones de una Buenos Aires extrañada, aquellos rincones que tal vez representaban los márgenes donde habitaban los cuerpos y los deseos de las mujeres. Nos mostró un mundo donde los zapallos pueden convivir con la lectura, con las ganas, con los derechos. En esa década del 60 y del 70 nadie imaginó que su gesto, su actividad, su deseo era aun en ese momento de gestación, profundamente político. La militancia activa y la lucha fueron y son su motor de vida, pionera de la revolución de las mujeres – tal vez la única revolución certera en este mundo contemporáneo- transformó al cuerpo de la política en una política del cuerpo.

ILSE FUSKOVA
Ilse Fuskova. Argentina, 2021.
Dirección: Liliana Furió y Lucas Santa Ana. Guion: Liliana Furió, Adriana Juárez y Lucas Santa Ana. Con los testimonios de Ilse Fuskova, Adriana Carrasco, María Rachid, Elsi San Martín, Mabel Bellucci, María Laura Rosa, Susana Blaustein, Diana Maffía y Marcelo Ferreyra. Fotografía: Mariana Russo. Edición: Flavia Del Ducca y Lucas Santa Ana. Música: Paula Maffia. Distribuidora: Santa Cine. Duración: 89 minutos.