Identidad secreta

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Después de brindar una muy buena película de acción en el 2005 como fue Cuatro Hermanos, el director John Singleton regresa con una propuesta del mismo género que está destinada a la generación Crepúsculo.
Las chicas de 13 años que tienen en su cuarto los posters con la imagen de los actores de la saga Twilight son quienes más van a disfrutar esta propuesta, ya que ese es el target al que apuntó claramente este estreno.
El concepto del film no está mal, pero esta producción tuvo dos graves problemas.
En primer lugar la película esta protagonizada por uno de los peores actores jóvenes que existen en Hollywood por estos días como es Taylor Lautner.
A Robert Pattinson se le pegó bastante pero comparado con este sujeto es el sucesor de Marlon Brando.
Las marionetas de Jim Henson tenían más carisma y expresividad que este pibe que es realmente malo para expresar emociones. La escena en este film donde descubre que es adoptado es uno de los peores momentos actorales que se vio en el cine este año.
Que Hollywood intente venderlo como héroe de acción es ridículo porque no lo compra nadie.
Esto nos lleva al otro inconveniente que tiene este film y es el enfoque que le dio Singleton a la trama.
En menos de dos minutos, Taylor Lautner en esta historia pasa de ser un típico adolescente que cursa el secundario a un comando de la Fuerza Delta. Es joda.
Por eso no funcionan las películas de acción con adolescentes, salvo que haya algún elemento en la trama que explique (como ocurrió en la genial Hanna) la habilidad del protagonista para enfrentarse a asesinos entrenados, de otro modo no resultan creíbles.
Como propuesta de acción este film es bastante mediocre y es claro que los buenos actores que aparecen en roles secundarios aceptaron participar de esto porque les dieron un buen cheque.
Que esta película lleve la firma de John Singleton la verdad que da lástima. En los ´90 este realizador irrumpió en el cine como una de las grandes promesas del cine independiente. Sus primeros trabajos como Los chicos del barrio (Boyz n the Hood) y Poetic Justice tenían un marcado compromiso social con la problemáticas que vivían los jóvenes de la comunidad negra en Los Ángeles y eran muy buenos filmes.
Sin embargo, desde que trabaja para los grandes estudios de Hollywood no paró de hacer películas olvidables simplemente por el cheque. El problema no es que haga un cine más comercial (Cuatro Hermanos lo fue y estuvo genial), sino que los proyectos que elige son horribles y es un director que da para muchísimo más.
Ojalá algún día John Singleton recupere su nivel.