I am mad

Crítica de José Tripodero - A Sala Llena

Balada para un loco.

I Am Mad es un documental particular dentro de lo particular que se puede encontrar en términos temáticos, en un formato que no detiene su expendio de ejemplares locales, jueves tras jueves. El “mad” del título refiere a las iniciales del protagonista (y productor del film): Miguel Ángel Danna. Un hombre que vivió dos décadas bajo la tutela de Mehir, un gurú que tenía una secta emplazada en una montaña y que estaba dedicado a “adoctrinar” espiritualmente con la idea de un mundo alejado del espacio-tiempo tecnológico, hoy prófugo de la justicia. Ya lejos de ese mundo, Miguel vive en un estado permanente de recuperación por las secuelas de lo vivido.

Sin hincar en el amarillismo del noticiero, Tokman nunca baja línea sobre el pasado del protagonista, tan sólo aborda ese período desde algunos fragmentos de videos filmados por la propia gente de Mehir. La vida de Miguel, junto a su hermano Ismael y su padre, sin embargo no parece tener un asomo de futuro, como se desprende de los relatos abocados a desentrañar los por qué de las acciones de un hombre roto. Ese quiebre interno se halla en una herida sangrante que nunca se ha suturado: la muerte accidental de su media hermana, cuando él era pre adolescente. Hay en ese hecho un cóctel de culpas recargadas en su reconstrucción oral, el padre (también llamado Miguel, un hippie de la “vieja escuela”) de ambos hermanos recuerda esa trágica muerte como si se tratara de un hecho más, en un tono casi neutro pero al final esa suerte de indiferencia se destartala para dar paso al llanto más conmovedor, que de alguna manera resulta liberador.