Huérfanos de Brooklyn

Crítica de Patricio Ferro - CineFreaks

Asfaltando la jungla

Huérfanos de Brooklyn es una película escrita, dirigida y protagonizada por Edward Norton, en la que interpreta a Lionel Essrog, un detective afectado por el síndrome de Tourette que investiga el asesinato de su jefe Frank Minna, interpretado por Bruce Willis. Completan el elenco Gugu Mbatha-Raw, Bobby Carnevale, Willem Dafoe y Alec Baldwin, entre otros.

La historia está basada en la novela de Jonathan Lethem y se ambienta en la ciudad de Nueva York en la década del 50, respetando las características tanto estéticas como argumentales del policial negro. Es así como la trama toma el punto de vista de Lionel Essrog, y junto al que vamos descubriendo diversas pistas sobre el asesinato de su jefe, en el que está involucrado Moses Randolph, un poderoso funcionario político con un ambicioso proyecto urbanístico.

Entre los puntos positivos de esta película se encuentran las actuaciones, encabezadas por un omnipresente Edward Norton como un personaje que recuerda a Phillip Marlowe y le otorga la complejidad necesaria a este detective astuto, inteligente, pero con problemas para relacionarse con los demás por su problema psiquiátrico. Y del resto del elenco se destaca Alec Baldwin con su sobria interpretación: este hombre poderoso con una ambición desmedida que lo convierte en villano.

Otro aspecto a favor es su puesta en escena, con un diseño de producción y vestuario que se adecuan tanto a la época como a la estética noir, homenajeando así la época dorada del género y en lugar de adaptarlo a la actualidad, como hizo Robert Altman en “El largo adiós”, por ejemplo. Así como también se destaca la banda sonora de Daniel Pemberton compuesta con ritmo de jazz.

Pero entre sus aspectos negativos se encuentra su estructura dramática, porque la historia se dispersa, al seguir la investigación de su protagonista, que posee la misma información que los espectadores, como ocurría también en Barrio Chino, en la que parece estar inspirada. Y esto trae como consecuencia una acumulación de subtramas que se igualan con la principal restándole peso y ralentizando la acción dramática, trayendo como consecuencia que el clímax quede deslucido.

En conclusión, Huérfanos de Brooklyn es el proyecto más ambicioso y personal de Edward Norton, y puede verse en todos los roles que ocupa. Pero a pesar de contar con una muy buena puesta en escena, no termina de funcionar debido a que se ralentiza la acción dramática, desviando la atención de los espectadores de la resolución del conflicto principal.