Horas contadas

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"Horas contadas", rescate del aburrimiento

Las "Nor'easters" son tormentas de invierno muy poderosas que se producen a lo largo de la costa este de los Estados Unidos. Son enormes, tienen nieve, lluvia, granizo, producen inundaciones y grandes olas en el mar. Los fuertes vientos que soplan desde el océano (que a veces son aún más fuertes que en los huracanes) son el combustible para la tormenta. Esta clase de evento climático fue la que azotó Nueva Inglaterra el 18 de febrero de 1952, asolando numerosas ciudades de la costa este y llevándose a su paso a toda embarcación que se encontrara en el mar. Una de esas naves era el SS Pendleton, un buque petrolero que iba de Nueva Orleans a Boston y que, debido a la fuerza de la tormenta, fue partido en dos dejando a más de 30 marineros atrapados en la popa del barco mientras se hundía rápidamente. La historia de lo ocurrido ese día es de lo que trata "Horas contadas" (2016).

Bernie Webber (Chris Pine) es un joven miembro de la Guardia Costera de Chatham, Massachusetts, un poco retraído y tímido, que tiene una carga pesada en sus espaldas por un accidente ocurrido en su pasado. Pero trata de salir adelante, y algo que lo ayuda y mucho es conocer a Miriam (Holliday Grainger), una mujer hermosa y con mucho carácter. El día en que Bernie va a informarle a su superior, el oficial Daniel Cluff (Eric Bana), que va a casarse ocurre una tremenda tormenta que destroza a un petrolero, el SS Fort Mercer. Cluff manda a parte de su gente a tratar de rescatar a los sobrevivientes, pero al mismo tiempo se enteran de que otro barco corre la misma suerte, el SS Pendleton. Este petrolero se parte en dos y la tripulación que se salva, liderada por el ingeniero en jefe Ray Sybert (Casey Affleck), hace lo imposible para mantenerse a flote con la esperanza de que alguien los rescate. Al enterarse de la existencia de otro buque en problemas, Cluff decide mandar a Webber y tres hombres más en la única embarcación que tienen: un bote salvavidas de madera, con escasos instrumentos de navegación, que deberá afrontar temperaturas glaciales, vientos huracanados y olas de más 20 metros de altura. Una misión decididamente suicida.

El director de este filme es Craig Gillespie, realizador entre otras cosas de la digna remake del clásico "La noche del espanto" (1985), que se juntó con el trío de guionistas de "El ganador" (2010) y nos entrega una obra que tiene mucho olor a "vieja escuela". Sin contar qué pasó con este hecho verídico, así lo descubren en la sala de cine, el problema con este largometraje es que se asemeja más a un folleto explicativo que a una obra que debería atrapar al espectador en sus garras. Esto quiere decir que le falta "alma" y evita que el público sienta y viva en carne propia lo que está pasando en la película. Evita esa inmersión en la trama. Es correcta, bien filmada, algunas actuaciones están muy bien (Casey Affleck), otras están desaprovechadas (Ben Foster), otras hacen lo que pueden con lo poco que tienen (Eric Bana) y otras están afectadas (a Chris Pine se lo nota raro en su performance). La historia es tremenda, al igual que lo que ocurrió, pero este largometraje no logra recoger la épica y uno se olvida de lo sucedido antes de que terminen los créditos.

Tampoco es un filme malo que no se deja ver, sólo que no se asemeja a, digamos, "Una tormenta perfecta" ( 2010), en términos de intensidad. Es demasiado pulcro para eso. Seguramente "Horas contadas" puede "rescatarte" de tu aburrimiento y "salvarte" de quedarte en tu casa.