Hop: Rebelde sin Pascuas

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

La fábrica de chocolate

De la lejana Isla de Pascua, llega este simpático conejo, futuro heredero de la fábrica de chocolate de su padre. Rompiendo los mandatos familiares, Hop escapa de esas tierras y llega a Hollywood. Allí se topará con Fredd (James Marsden), un chico vago y desempleado que es "expulsado" del hogar por sus exigentes padres. Ambos vivirán una aventura vertiginosa cuando la magia también diga presente en el convulsionado mundo cotidiano.

Hop, rebelde sin Pascua es un entretenido producto que combina acción con actores y animación (al estilo Stuart Little) destinado al público de corta edad y con escenas donde el humor se adueña de la historia.

En ese sentido, resulta acertada la presencia de David Hasselhoff, el protagonista de El auto fantástico. La estrella de la serie no se sorprende al encontrarse con un conejo parlante porque él tiene un auto que habla; y también es efectivo el accionar de los "boinas rojas" que persiguen sin descanso al protagoniasta por haber escapado de la tierra mágica.

Con fines aleccionadores que proponen la unión familiar, la convivencia a pesar de las diferencias y un pollo de la fábrica de chocolate que se subleva contra su propio jefe, la película transcurre con fluidez y cumple su cometido.

James Marsden aprovecha su histrionismo para dar rienda suelta a un sinfín de torpezas y su interacción con el conejo se ve más creible que su anterior participación en Como perros y gatos 2. Como una suerte de Papá Noel, con nave espacial incluída, Hop llega para divertir y lo hace con buenos recursos.