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Crítica de Jose Luis De Lorenzo - A Sala Llena

La decadencia de Dreamworks…

Ya pasaron dos décadas desde la fundación de Dreamworks, el estudio cinematográfico liderado por tres moguls de la industria: Spielberg, Katzenberg y Geffen (SKG). Gracias a la apertura de un departamento de animación, irrumpieron en 1998 con el film Antz, del director Tim Johnson; mismo año en el que Pixar lanza Bichos, una aventura en miniatura, proyecto definitivamente paralelo y superior. Hoy, luego de varios éxitos y demasiados fracasos, Dreamworks se ve obligada a solo poder lanzar un par de proyectos al año, entre ellos, Home. En efecto, la causa se refiere a las bajas recaudaciones durante el transcurso del año pasado.

Así como en la época de oro de Hollywood algunos estudios destinaban proyectos a una segunda línea de comercialización y exhibición, denominada “B”, que nada tenía que ver la calidad del film (las diferencias eran de índole presupuestarias), Home viene a ocupar ese lugar dentro de la producción de Dreamworks de este año, generando como resultado un film que da la sensación de haber sido terminado a las apuradas, sin una imaginería visual impactante ni una trama bien desarrollada. Home pareciera haber sido delegado a otro nivel de importancia para la empresa.

En muchas ocasiones, los films animados son utilizados para realizar una crítica a políticas mundiales y guerras, o para celebrar la preocupación ambiental y/ o las relaciones humanas. A veces implícitamente, por tratarse de films para menores que permiten crear consciencia a través de un trasfondo que el niño pasa de largo, mientras disfruta de estas propuestas desde otro lugar y entendimiento. En mayores, la percepción es otra y permite en casos como este percatarse de la trama “oculta” o de determinado gag. Ya en otra animación de este mismo estudio vimos encausar una comparación entre una colmena y un campo de concentración (Bee Movie). Ahora, en Home, un grupo de extraterrestres, los Boovs, migra de su planeta destruido por otra raza espacial para así dominar La Tierra, lo que permite desencadenar la búsqueda de Tip, una adolescente humana cuya madre fue reubicada, junto a Oh, el Boov en desacato para con el resto de su especie (debido a que torpemente envió un mail en el que delata la ubicación actual al feroz enemigo).

Así el film vuelca su contenido emocional a la relación entre Tip y Oh, ejemplificada en repetidos gags sobre los diferentes dialectos y costumbres de cada especie; todo a su vez reforzado por escenas con musicalizaciones a cargo de las pop queens Rihanna, Lana del Rey y Jennifer Lopez. No faltan las obligadas persecuciones vertiginosas para acelerar el ritmo cinematográfico ni el ejemplo de redención frente a los Boov. Quien ayer fue tu enemigo, abdujo a tu madre, invadió tu planeta y te mantuvo cuasi esclavo, hoy es invitado a tu casa a tomar el té. Estas pequeñas observaciones podrían justificar el desgano de la maquinaria de Dreamworks y esta decadencia en la que se encuentra: hablamos de una animación poco pulida, tanto en lo visual como en lo argumental.