Hombres de Negro: MIB Internacional

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Neuralizado. Como si los aparatitos que muestran en la película funcionaran de verdad, así caí yo, desmayado y con pérdida de memoria. Anestesiado por la blabletería inerte y sin sentido del filme, despertándome recién cuando los protagonistas llegan a Marruecos. No es una muestra de que me esté volviendo gagá sino de que el filme aburre. Ok, tiene algunos momentos pero son tan dispersos aquí y allá que no logran mantenerte lúcido la mayor parte de su duración.

Acá hay un gran despliegue de efectos especiales y una gran cast y aún con todo ello Hombres de Negro: Internacional es deprimente. Es hueca, sin chispa, carente de la magia que tenía el filme original de 1997. Dejando de lado de si están o no Will Smith y Tommy Lee Jones, éste es un producto que podía dar spin offs tranquilamente y sin embargo nadie parece saber cómo engendrarlos de manera exitosa. Ni la dos ni la tres fueron potables (o llegaron con lo justo) y MIB: International definitivamente no va a revivir la franquicia. Se fue Barry Sonnenfeld pero el reemplazo es aún mas chato. ¿Qué pachó?.

Que Thor y Valkiria estén de regreso no implica necesariamente que puedan repetir la magia de Thor: Ragnarok. Chris Hemsworth se ve reducido a una caricatura machista y todo el film pareciera tener una sutil agenda feminista en donde los únicos personajes interesantes son las mujeres. Desde la discusión de la misógina designación “Hombres de…” hasta poner una jefa (Emma Thompson, lo mejor del tercer filme y que acá regresa lamentablemente por muy poco tiempo), una co protagonista sabionda y corajuda (una Mary Sue, término que nació en el mundo Trek y que se refiere a esos personajes de relleno que toman un protagonismo inusitado porque se vuelven el alter ego del autor – generalmente un fan que escribe una fan fiction de su serie favorita, ya no con propósitos artísticos sino como fantasía personal -, saben de todo de manera inexplicable e incluso terminan siendo mas importantes que otros personajes icónicos de una franquicia – ¿alguien dijo Rey en la nueva trilogía de Star Wars? -), y una traficante de armas que puede hacer trampa tranquilamente jugando al truco. Se nota que las mujeres del filme disfrutan los roles – la Thompson (Tessa), que se ve mas relajada acá que en Ragnarok, y como tiene rango de sobra, puede ser tan seria o simpática como quiera; Rebecca Ferguson gozando como loca el rol de femme fatale / traficante de armas con un brazo extra; la mencionada Emma Thompson -, pero los hombres van en piloto automático. Lo de Liam Neeson es increíblemente anónimo, ni que hablar de Rafe Spall. Kumail Nanjiani saca unas cuantas carcajadas pero está reducido a ser un mísero CGI.

La trama es innecesariamente complicada, con idas y vueltas tanto en la historia como en el tiempo – el filme comienza con un flashback de hace seis meses… y luego mete otro flashback de algo ocurrido hace 20 años (!?); ¿el director sabe lo que significa “una narración ordenada”? -, en donde los villanos de turno buscan el MacGuffin de turno por una causa (la de turno) que a nadie le importa o a la cual los libretistas ni se calientan en darle algún peso. Hemsworth es un zopenco mujeriego y borrachín que contradice su fama de ser el agente top de la sucursal inglesa de la agencia secreta de marras. Al menos la historia de origen de la Thompson (Tessa) comienza de manera interesante, con ese fanatismo de los locos que vieron una vez algo muy raro y dedicaron su vida entera a perseguirlo hasta descubrir la verdad. Siguiendo tabloides y leyendas urbanas la Thompson (Tessa) da con la entrada real a la oficina de los Hombres de Negro y, mostrando toda su audacia y conocimiento a la Thompson (Emma), ésta decide que tiene unos días para probar si vale la pena como agente de campo. Lamentablemente todo ese entusiasmo e inocencia se esfuman y a los 5 minutos la Thompson (Tessa) opera con la eficiencia plena de cualquier oficial veterano del cuerpo.

Hay cositas perdidas por ahí, sea un obvio gag sobre Thor y los martillos, la secuencia en el desierto (donde Nanjiani matiza las cosas) o la llegada a la isla hipersecreta e increíblemente mortal que regentea Rebecca Ferguson, pero el resto bordea el bostezo. Ni siquiera el clímax te mueve un pelo.

Es posible que Hombres de Negro: Internacional esconda un filme potable, pero alguien lo enterró tan profundo que después no supieron como encontrarlo. La historia de la Thompson promete, la conspiración no, la acción es rutinaria y los chistes no están inspirados. Ni siquiera cuando se resuelven las cosas queda claro en qué situación quedan Thompson y Hemsworth (si, ya sabemos que ella es gay en la vida real pero ¿por qué su personaje no puede vivir algún romance de algún tipo?). Es simplemente un filme torpe, burdo y chato aniquilado por un director aburrido y un par de libretistas sin vuelo alguno.