Hombres de negro 3

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

Luego de 10 años, Will Smith y Tommy Lee Jones vuelven a encarnar a los Agentes J y K -respectivamente- en esta tercera entrega de la saga "Hombres de Negro", la cual vuelve a ser dirigida por Barry Sonnenfeld (tal como lo hizo en las dos anteriores) y que por primera vez ha sido filmada para ser exhibida en formato 3D.

Basada en la serie de historietas creadas por Lowell Cunningham, publicadas por Malibu Comics, y producida nuevamente por la compañía Amblin Entertainment de Steven Spielberg, la trama de "Hombres de Negro 3", si bien se inicia en la actualidad, pega un salto en el tiempo y nos traslada al pasado.

Más precisamente al 15 de julio de 1969, año al que J (Smith) se ve obligado a "viajar" (o "literalmente "saltar") para salvar la vida de su intrigante y taciturno compañero K (Lee Jones) para corregir los eventos que lo conducen, a la versión joven de éste (interpretado por Josh Brolin), a una muerte segura.

Todo comienza cuando un alienígena llamado "Boris, el Animal" (a cargo del músico Jemaine Clement), que pertenece a una especie muy peligrosa que tiene por objetivo destruir planetas, escapa de una prisión lunar e invade la Tierra para vengarse de K, quien hace más de 40 años fue el responsable de arrancarle un brazo y encarcelarlo de por vida, por lo que el villano viaja al pasado y lo mata, produciendo que desapareza de la línea temporal del presente. Atentos los espectadores con el asunto de los saltos en el tiempo.

Tal es así que en la agencia secreta gubernamental que se dedica a monitorear la actividad extraterrestre en nuestro planeta, ahora dirigida por la Agente O (pequeña participación de la actriz británica Emma Thompson), recuerdan a K como un agente que falleció en el cumplimiento del deber cuatro décadas atrás; excepto J, quien es el único que lo recuerda y se pregunta qué le sucedió.

Con la vida de su mentor y el destino del planeta en peligro ante una invasión, J se transporta a ese día para evitar que Boris cumpla su cometido. Claro que además, el personaje de Will Smith aprovecha la ocasión para poder conocer los secretos de su compañero -aquellos que no tienen nada que ver con el universo- para así saber qué lo llevó a ser tan irritable y reservado.

A través de un buen ritmo y humor inteligente, la estructura narrativa de este entretenido film (supera ampliamente a su predecesora) profundiza la historia de estos dos personajes y la relación entre ambos y, lo más importante, el relato está por encima de lo que podría haber sido sólo una sucesión de chistes desparramados en medio de una seguidilla de efectos especiales funcionales sólo a las tres dimensiones.

Otro aspecto para destacar, en lo que respecta a las actuaciones, es la labor del actor Josh Brolin encarnando al Agente K de 1969. Él aporta una interpretación intuitiva y sutil como un joven K, ya que canaliza los ademanes y la personalidad que el propio Tommy Lee Jones le imprime al mencionado personaje.