Hombres de negro 3

Crítica de Juan Carlos Di Lullo - La Gaceta

El futuro está en el pasado

Uno de los principales hallazgos de esta saga fue la idea de naturalizar la presencia de alienígenas de todo tipo y especie en la Tierra. En efecto, en aquella primera entrega (hace ya 15 años), se presentaba a los agentes K y J tratando de contener a los extraterrestres que violaban el acuerdo de "discreción" y hacían demasiado evidente su presencia en nuestro planeta. Esta idea central provoca una suerte de liberación mental para que los creativos de los estudios cinematográficos den rienda suelta a su imaginación y entreguen una fauna de seres estrafalarios no sólo en su aspecto exterior, sin que su aparición asombre a nadie. El otro acierto está en la conformación de la pareja de agentes: la elección de Tommy Lee Jones y de Will Smith en los roles centrales asegura diversión y momentos de humor más allá del propio libreto. Esta tercera entrega de la saga ofrece algunas innovaciones y suma atractivos a la receta original. A la presencia de Emma Thompson como la jefa de la agencia en la que trabajan "K" y "J", se agrega la aparición de Josh Brolin como el joven agente K, en la década del 60. Hasta esa época viaja el agente J, en persecución de un supervillano extraterrestre que quiere vengarse de K asesinándolo en el pasado.

Desde el punto de vista del guión, en esa incursión por el pasado están los momentos más sabrosos, no sólo por la reconstrucción de un momento ya histórico (el lanzamiento de la primera misión a la Luna) sino porque abre una serie de posibilidades de especulación sobre el tema de la incidencia en el futuro (o sea, de nuestro presente) de alguna modificación en el pasado. Algo que la saga "Volver al futuro" puso de moda hace ya varias décadas.

En esta oportunidad, este giro argumental presenta un escenario más que propicio para el desarrollo de las aventuras de los agentes, y potencia la eficacia de la fórmula humor+aventuras+ efectos especiales. La propuesta resulta entretenida, amena y divertida, lo que no es poca cosa al tratarse de una tercera parte y habiéndose cumplido tres lustros desde el estreno de la primera entrega. Las escenas de acción están resueltas con espectacularidad (subrayada por la técnica del 3D) y la presentación de estrafalarios seres sigue a la altura de las anteriores películas de la serie. Y, para los que gustan dejar volar los pensamientos y las especulaciones mientras miran el filme, a no perderse la participación de Griffin, el personaje que interpreta Michael Stuhlbarg, Este ser, que puede ver (y, a veces, mostrar a los terrestres) varios futuros posibles en forma simultánea, resulta sencillamente delicioso.