Holy Spider

Crítica de Sebastián Valle - Revista HUSH

Son los tiempos del gore urbano, del psycho killer como el enfermo predilecto para el consumo masivo. Holy Spider tiene pulso de thriller, pero no apuesta al misterio, sino a la construcción de un escenario cultural que fabrica a sus propios femicidas. Sórdida, violenta, impúdica, sus imágenes se ubican en la frontera de la misma explotación que denuncia para mostrar a Irán como un infierno primitivo para las mujeres.