Hitchcock: el maestro del suspenso

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Anexo de crítica

Sin tratarse de una biopic sobre el padre de La Ventana indiscreta, el guión de John J.McLaughlin se basa en la novela biográfica de Stephen Rebello y se concentra básicamente en el proceso creativo y la producción de la película Psicosis (1960), un hito en la carrera de Sir Alfred y una gema del cine de horror que luego inspiraría hasta el hartazgo a tantos directores como malos plagiadores y copiadores de este realizador británico que jamás fue tenido en cuenta por la Academia y mucho menos por los Estudios hollywoodenses que siempre ponían un pero a sus propuestas alocadas en las que como todo artista con mayúsculas el riesgo de perder prestigio en pos de no repetirse estaba a la vuelta de la esquina.

Entre los mayores defectos no puede dejar de remarcarse que la elección de Anthony Hopkins para dar vida a Hitchcock no fue la más acertada porque en ningún momento el actor logra desprenderse de su avasallante personalidad y carácter para jugar el rol del director de cine, a pesar de sus esfuerzos por copiar actitudes, gestos, maneras de hablar y un trabajo pormenorizado con el cuerpo que cumple con el objetivo de caracterización no del todo lograda por el maquillaje, pero no llega a deslumbrar.

El beneplácito de que se hayan acordado de Alfred Hitchcock para esta época de productos sin contenido lamentablemente lleva a preguntarse si era tan difícil realizar una película con mayor peso -como el telefilm de HBO The Girl- a nivel cinematográfico o como reza el mito el indescifrable y misterioso genio anda rondando entre nosotros como un fantasma que no quiere ser recordado más allá de sus obras maestras y prefiere que lo dejen descansar en paz.