Hitchcock: el maestro del suspenso

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

Mientras que Tobby Jones y Sienna Miller en el film para televisión "The Girl" tejen los entretelones de la filmación de "Los pájaros", esta adaptación para el cine del libro de Stephen Rebello enfocará en los entretelones de la filmación de uno de los más grandes éxitos de Hitchcock: "Psicosis".

Y mientras en la primera, hay una fuerte presencia de la obsesión que él tenía con sus primeras figuras y en particular, el vinculo turbulento que tuvo con Tippi Hedren, en este estreno para el cine de "Hitchcock" sobrevuela este tema en la relación con las dos actrices del film que está rodando Janet Leigh (encarnada por Scarlett Johansson) y Vera Miles (Jessica Biel). Pero la diferencia entre ambos resido en que este último centraliza la trama en el fuerte vínculo que Hitch tenía con su esposa Alma Reville.

Corre el año 1959 y la financiación de su nuevo proyecto por parte de los grandes estudios, se hace dificil. Sin embargo, Hitch tiene claro lo que quiere filmar por lo tanto no dudará en poner manos a la obra y financiarlo por sus propios medios, hipotecando su casa y poniendo dinero propio.
Es allí donde aparece una figura que evidentemente es fundamental para la carrera de este ícono del cine de suspenso y que es un tema no ha sido desarrollado en profundidad casi en ninguna oportunidad. Alma Reville, su esposa, es parte integrante de un dueto creativo que potenciará, aportará ideas y hasta tomará cartas en el asunto cuando Hitch flaquee y es el pilar fundamental por donde se construye este relato.

La mirada que el film de Gervasi hace sobre el personaje de Reville (brillantemente interpretado por Helen Mirren) será el punto más interesante, el más rico y es el personaje con mayores contradicciones que presenta la trama.
Mientras Alfred Hitchcock aparece como distante y poco afectuoso, el amor que la pareja se sigue teniendo hace que no solamente produzcan y revolucionen con este film, la historia del cine de suspenso, sino que además queda perfectamente retratada la gran mujer que se mantenía oculta tras la figura de Hitch y hay momentos en donde inclusive el espíritu de Reville domina la película.

Este pequeño film revolucionó por completo la forma no solamente de hacer cine de suspenso - terror, sino también de ubicar al espectador dentro de la trama, y otro de los puntos interesantes de la historia es cómo cuenta la particular manera que tuvo Hitch de vender su propio film para que se convirtiese en un éxito. Como pudo sobreponerse a la negativa de los estudios y de la distribución a estrenarlo abiertamente a todo el público y en las grandes salas y sobre todo como el vínculo Alfred-Alma se fue fortaleciendo ante cada uno de estos obstáculos externos.

Lamentablemente, Gervasi (debutante en el cine de ficción -había filmado solamente un documental-) se queda absolutamente en la superficie y el retrato que hace de Alfred Hitchcock carece completamente de fuerza y de pasión. En el mismo sentido, la actuación de Anthony Hopkins se desdibuja, se empequeñece, como si solamente se limitase a pasear el trabajo de maquillaje, sin poder encontrar la clave para desnudar el alma de este gran director.

Sus vínculos con las actrices -que cualquiera que ha leido un poco sobre Hitchcock sabe que son relaciones complejas, con un Hitch entre obsesionado, enamorado platónicamente y desquitándose con una cierta dosis de sadismo en la dirección- también se lo muestra de una forma muy liviana y sólo se filtra esto en algunas líneas de diálogo, pero sobrevolando el tema como si no fuese importante.

Esto tampoco permite que un elenco tan importante como el que maneja esta producción pueda tener algún momento de lucimiento y tanto Johansson y Biel como las actrices de "Psicosis" como Toni Colette en el papel de su asistente personal, Peggy Roberston, no tienen ninguna posibilidad de mostrar su talento, manejando un guión demasiado débil y que se limita a hilvanar algunos acontecimientos, sin ninguna profundidad.
Tampoco se le da ningún lugar preponderante al rol de Anthony Perkins, protagonista de ese gran éxito que fue "Psicosis" quien en la película (papel a cargo de James D'Arcy) aparece sin ningún tipo de continuidad ni subtrama dentro de la historia, como una presencia meramente anecdótica.

Sabemos que luego de todos los avatares de la filmación, "Psicosis" fue un fenomeno internacional y una de las películas más famosas de Hitchcock y de las más influyentes para su carrera como también lo fue para el cine en general. Y más de cincuenta años después, sigue teniendo un peso específico cada vez que se la nombra y nuevas generaciones la revisitan como un clásico obligado.
Para entrometerse en el mundo de este tipo de clásicos, tanto el guión como la dirección debieran haberle dado la entidad que este clásico merecía y en ningún momento "Hitchcock" logra su cometido.

Solamente la labor de Helen Mirren que sabe aprovechar cada una de las aristas que tiene su Alma Reville tan apasionada por su trabajo, por colaborar con su marido, aunque una parte de ella se siente abandonada por un hombre que parece frio y distante en la relación conyugal, está a la altura de las expectativas.
Hopkins, por el contrario, aparece como desganado y como si se sintiese hasta incómodo en la piel del director. Se pasea por delante de la cámara recitando su libreto pero en ningún momento aparece como creíble ni siquiera por el trabajo de maquillaje que ha sido nominado para el Oscar.

Una serie de diapositivas, de postales, de viñetas que retratan tibiamente un momento tan importante en la historia del cine y un director de culto, mundialmente reconocido y que dejó un marca en el género del suspenso, un antes y un después en la aparición de su estilo narrativo y su manera de capturar la atención del espectador. Merecía un "homenaje" más acorde a su medida.