Historias de miedo para contar en la oscuridad

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

No le temas al miedo

Dirigida por André Øvredal y escrita y producida por Guillermo del Toro, el principal inconveniente es que…bueno, no es una mala película, pero sucede que, tal vez, el nicho no es tan amplio como se supone o eventualmente podía prometer, y se queda a medio camino. Basada en la serie de libros para niños/adolescentes de Alvin Schwartz, que originalmente ocupaban tres ejemplares (“Scary Stories to Tell in the Dark” -1981-, “More Scary Stories to Tell in the Dark” -1984- y “Scary Stories 3: More Tales to Chill Your Bones” -1991-) y en una nueva edición fueron reunidos en una sola publicación con nuevas ilustraciones a cargo de Brett Helquist (algo más light que las originales de Stephen Gammell), incluyendo en la portada el poster de la película. Trucos de marketing, que le dicen. ¿Alguien los puede culpar, con los problemas que tiene la industria editorial? Hagamos un poco de historia más o menos breve. Alvin Schwartz fue un especialista en narración que reunió cuentos clásicos de terror y leyendas urbanas (qué trucazo, ¿No?) en una serie de libros infantiles que se publicaron en las décadas de los 80s y 90s. Tuvo gran éxito y los libros se editaron en varios países. Dado el interés del público, volvieron a editarse varias veces, hasta llegar a hoy y la publicación reunida en un solo ejemplar y la película que nos ocupa. Es verdad que se trata de un terror edulcorado y liviano considerando la época en que nos encontramos; no fue así durante los años de publicación de los originales, los que fueron retirados en ese momento de las bibliotecas de las escuelas debido a las quejas de los padres.

La película narra la historia de Stella, una niña escritora que conoce la leyenda de Sarah, una joven misteriosa muy parecida a ella, y una mansión tenebrosa; a partir de ello, sus amigos la siguen en su aventura…y no puedo contar más por los consabidos spoilers. La cosa es que es un relato simple, y de tan simple es demasiado infantil. En eso evidentemente se ajusta a los libros de los que se nutre, pero hasta considerando ello es mucho. Entonces, está bien construido y tiene calidad pero es desde ya una especie de versión para la pantalla grande de Le temes a la oscuridad; con mucho mayor presupuesto, claramente.

El elenco tiene una performance aceptable pero ligera ajustada a la oferta que entrega el relato audiovisual del que forman parte. No es de esperar una continuación ni nada por el estilo, salvo que de casualidad rompa la taquilla y se decidan a trabajar nuevas historias…lo que es bastante improbable. Pero bueno, en el marco en que se presenta la película está bien y se puede ir a ver con hijos y sobrinos y otras variantes conocidas de hasta 16 años, con suerte.

Antes de dirigir este film, André Øvredal estuvo al mando de Trollhunter (2010) y La autopsia de Jane Doe (2016). Su proyecto más cercano a presentar será Mortal, con fecha probable de estreno en el 2020. A primera vista, al leer la sinopsis, la aventura de un joven hombre que un día descubre que tiene poderes divinos relacionados con la mitología noruega parece bastante más interesante, así que esperamos que suba un poco la vara. Mientras tanto, Historias de miedo para contar en la oscuridad parece haber sido una buena excusa para seguir filmando. Dentro de todo, ha sido una bastante decente.

Historias de miedo para contar en la oscuridad es una película bastante bien lograda para un nicho muy específico, tal como el de los libros que le dan origen.