Historias de Cronopios y de Famas

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Animando a Cortázar

Resulta más que meritorio, y cerca de la celebración del centésimo aniversario del natalicio de Julio Cortázar, un homenaje como el que se le ocurrió al realizador Julio Ludueña, quien tuvo el privilegio de conocer al escritor argentino en Cannes en los años 70 y a partir de allí dejar plasmada en esta película colectiva la impresión de aquel memorable encuentro con la poética del creador de Rayuela.

La mirada de 10 artistas plásticos para ilustrar la riqueza literaria de textos pertenecientes a uno de los libros más emblemáticos del universo cortazariano, Historias de Cronopios y de Famas, encuentra desde su espacio expresivo el mejor instrumento para dejar presente la huella de ese estilo que abrazaba la cotidineidad con palabras sencillas, pero que unidas en una frase se volvían prácticamente maravillosas. Así, el enfrentamiento dialéctico de ideas como la de los Cronopios, esos seres anónimos amigos de lo imposible y de las utopías contra la mustia marcha de los Famas, defensores del orden, la moral y las buenas costumbres, estalla en la paleta de colores; se entrecruzan en los diferentes tipos de texturas que estas diez historias elegidas representan.

Tal vez en algunos trabajos existe cierto desequilibrio en los lenguajes, dado que el torbellino de la poética de Cortázar arrasa hasta con las mejores intenciones de algunos artistas por reflejar en imágenes la profundidad de conceptos, metáforas y palabras, como por ejemplo en el relato del sillón en el que son invitadas por unos perversos niños las personas para morir. Así como en este segmento se impone lo literario a lo visual, existe otro donde sucede exactamente lo contrario y la creatividad explota en pantalla al seguirse el recorrido de una línea que sale al exterior a descubrir un mundo y personajes que desfilan en pantalla.

El mundo Cortázar y su ironía, sensibilidad e inteligencia se expande en cada segmento de este viaje sin escalas, que cuenta con la participación artística de: Luis Felipe Noé, Carlos Alonso, Daniel Santoro, Antonio Seguí, Patricio Bonta, Crist, Ricardo Espósito, Magdalena Pagano, Luciana Sáez y Ana Tarsia, todos ellos con estilos diversos y algunos reconocibles a simple vista como Seguí y su obra Fama y eucalipto, un ejemplo de la dificultad para encontrar la balanza entre el texto y la imagen pero no por ello menos valiosa en el intento como el resto de los textos seleccionados, útiles a la hora de pensar a Cortázar desde sus relatos y poesías.