Historias breves 7

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

El campo y la durísima ciudad

Esta séptima edición de "Historias breves", conformada por nueve cortometrajes de jóvenes directores debutantes, surgió de un concurso organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
Es bueno aclarar que de las primeras ediciones de "Historias breves" surgieron directores como Lucrecia Martel, Pablo Trapero, o Rodrigo Moreno.

De estas "Historias breves 7", se destaca una pronunciada preocupación por el diseño de producción, la síntesis narrativa, la elaboración de climas y una correcta y no demasiado ambiciosa dirección de actores.

El tema de explorar los géneros ha sido otra constante de esta selección. De esta manera se puede encontrar un eficaz acercamiento al formato del western, en "Cenizas", de Gwen Joyaux, cuya historia es protagonizada por dos hombres: un comisario de pueblo y un supuesto asesino.

En "Fábula", Agustín Falco, su director eligió contar con sugestivas pinceladas, el despertar del amor adolescente, a orillas de un río. Y así como las dos anteriores transcurren en zonas alejadas de la ciudad, "Crónica de la muerte de Paco Uribe", de Santiago Canel, elige un barrio el Once, para relatar un posible crimen.

OTROS PERSONAJES

En "Tres historias cuatro", Anahí Farfán desarrolla una propuesta más ambiciosa. Sigue a cuatro personajes en distintas circunstancias: una mujer que espera ser la ganadora de un billete de lotería; un adolescente encerrado en su habitación; un hombre que cocina para alguien que no llega y una mujer, Susana (Viviana Saccone), que descubre la infidelidad de su marido y lo mata.

"Cuchi" de Emmanuel Moscoso se ubica en la tragicomedia rural al contar lo que provoca, la muerte no intencional de un chancho, que se le cruza en la ruta a un micro que viaja con una hinchada de fútbol a bordo.
Interesante es la propuesta del actor y director Federico Esquerro. Para su corto, "En carne viva", elige mostrar lo que sucede en el backstage de una filmación, cuya historia transcurre en una carnicería de un barrio periférico de Buenos Aires.

"La última parada" de Nadia Benedicto, "El hombre rebelde" de Martín Mainoli y "Bajo el cielo azul", de Martín Salinas, también coinciden en situaciones en las que prevalece la originalidad del relato.