Historias breves VI

Crítica de Carlos Herrera - El rincón del cinéfilo

Finalmente el concurso del INCAA denominado “Historias Breves” parece haber logrado una frecuencia anual y ha presentado su sexta edición con el largometraje colectivo que integran los nueve cortos ganadores de 2010.

Las primeras ediciones de este concurso catapultaron hacia su primer largometraje a muchos de los directores que ahora integran el grupo de realizadores del Nuevo Cine Argentino.

Adrián Caetano, Bruno Stagnaro, Daniel Burman, Lucrecia Martel, Gregorio Cramer, Sandra Gugliotta, Santiago Loza, y Jorge Gaggero han sido ganadores en algunas de las ediciones anteriores.

La mayoría de los nombrados manejan muy bien la parte técnica pero tienen dificultades para contar historias y, salvo Stagnaro y Gaggero, les resulta difícil la dirección de actores.

En esta 6ª Edición de “Historias Breves”, vuelven a ser notorias estas deficiencias de los directores que aspiran a desarrollar su carrera dentro de los circuitos cinematográficos.

La mayoría de las historias son previsibles en su desarrollo o no son contadas cinematográficamente de manera adecuada.

Pareciera que muchos de estos nuevos realizadores siguen con la línea directriz que usaron cuando eran estudiantes en sus cortos curriculares o de tesis, han estado más pendientes de poder demostrar que saben hacer planos, contraplanos o secuencias y que se note su preocupación por incorporar música, arte e iluminación pero se han ocupado muy poco por contar algo al espectador que, en definitiva, es el destinatario del producto.

Escapa a lo señalado y se destaca el cortometraje “Rosa” que dirigió Mónica Lairana, que ya fuera presentado en varios festivales donde obtuvo premios y llegó a participar del Festival de Cannes.

La directora utiliza mayormente planos fijos para escenas que describen situaciones de un día que equivale a una vida.

Mónica Lairana tiene una importante formación en actuación y se le nota, por lo tanto es evidente en la pantalla que directora y actriz (Norma Argentina) construyeron, conjunta y magníficamente, al personaje de una mujer que, aunque eventualmente esté acompañada, siempre está sola.

También realizó una buena labor el director Lucas Schiaroli; quien con “Arbol” desarrolla una trama angustiante con buenas labores de un elenco integrado por Néstor O. Rosso, Ana M. Farías, Ana Laura Ré y Octavio Martín Ré. Posee este corto un excelente trabajo de arte de Sofía Kenny, además de una acertada iluminación que no se desmereció a pesar de la lógica diferencia de resolución visual como consecuencia del paso del formato de fílmico a DVD de la copia que se proyectó a los críticos.

Michelina Oviedo y Paula Romero Levit para “5 velitas”, con una atractiva historia estructurada de manera clásica, optaron por trabajar con un equipo integrado por profesionales de trayectoria tanto en lo técnico como en lo artístico. Esto último implica un riesgo. Es sabido que los actores con experiencia están capacitados para armar las situaciones en las que el director no logra imprimir su estilo, así es dable ver en éste cortometraje dos escenas que “son” Rita Cortese y otra escena, precisamente la que remata el final, que “es” Alejandra Darín. Dos buenas actrices que sin desbordes ni divismo pero afirmadas en sus sólidas trayectorias resolvieron las escenas.

Generalmente se considera que las películas son del director y no del actor, en este cortometraje puede verse la excepción a la regla.

Es importante contar en la cinematografía argentina con este concurso que impulsa a noveles directores a llegar a trabajar de manera profesional, deben para ello además de tener, lógicamente, un guión para filmar, ocuparse de administrar la financiación de la producción (el INCAA les provee de $ 100.000), el trabajo debe ser hecho en el formato fílmico de 35 milímetros (en la próxima edición se permitirá usar el soporte digital), supervisar los procesos técnicos habituales en toda realización cinematográfica, pre y post produccción y, fundamentalmente, pagarles a todos los que trabajaron en el proyecto.

Es el paso para que el amateurismo y las tesis queden atrás. En este largometraje colectivo hay disparidad en la calidad de los cortos que lo integran, por lo que la calificación puede ser ambigua.

Hay mucha diversidad, desde directores que pensaron muy poco en atrapar el interés del espectador, otros que tuvieron el objetivo de entregar un metamensaje, algunos que prefirieron lucirse técnicamente y otros que contaron una historia desde un particular estilo narrativo.