Historia del miedo

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

Un miedo sonso

Con una impactante y significativa secuencia inicial, donde un helicóptero sobrevuela el Gran Buenos Aires dejando ver un extenso muro de cemento que delimita el basural de una villa con un barrio privado, da comienzo esta ópera prima del director Benjamin Naishtat, con cierta veta experimental propia de una sección como Vanguardia y Genero del BAFICI.

Apelando a elementos propios del cine de género como el thriller y el terror (desde el sonido, la iluminación y el suspenso) y apoyándose más en la construcción y creación de climas inquietantes y perturbadores, que en los diálogos de los personajes protagónicos, el film plantea una realidad social en la Argentina de hoy.

Con una estructura coral, el relato se centra en los quehaceres cotidianos de los habitantes de un barrio privado que paradójicamente deben convivir con aquellas personas de las cuales intentan resguardarse.
La fractura social y de diferencias de clase que caracterizan a la Argentina actual permite la construcción de un escenario donde la paranoia colectiva se acrecienta en una clase bien acomodada que debe convivir con su máxima amenaza.

Si bien el film logra tensión en algunas escenas muy bien logradas (el sonido de una alarma que tarda demasiado en apagarse dentro de un country o los crecientes cortes de luz en medio de un verano sofocante), las vidas demasiado corrientes y rutinarias de sus personajes envueltos en situaciones que nunca llegan a cristalizarse no resultan inquietantes, y lo que parece haber transcurrido es un desfile de pequeñas situaciones inconexas que desaprovechan justamente las posibilidades del género.
Incluso la última media hora recurre a elementos que se alejan de esa lógica y el relato pierde solidez y hasta algunas situaciones se tornan inverosímiles.

Historia del miedo propone un ejercicio de estilo que combina una temática social abordada con elementos del género de terror o el thriller, pero que en la práctica logra resultados en muy pocos fragmentos del film y condicionado por la realidad social de la Argentina de hoy.