Hijo de Dios

Crítica de Marcelo Stiletano - La Nación

Solo para los que están convencidos

La configuración de los títulos finales, con los créditos de los productores (entre los que figura el ubicuo creador de reality shows Mark Burnett) por delante del director, habla de lo atípico de este proyecto, cuya hechura televisiva queda en evidencia desde el vamos. Subordinada a un proyecto más amplio (una miniserie que verá la luz en la TV argentina a fin de año), Hijo de Dios sólo tiene de cinematográfico el aprovechamiento de la pantalla ancha y de los efectos visuales digitales a gran escala (sobre todo en las panorámicas de la antigua Jerusalén) para contar en una sucesión de viñetas la vida de Jesús.

En este sentido, lo visual funciona como mero complemento ilustrativo de una narración pensada sólo para que el creyente adulto confirme y ratifique sus convicciones religiosas. Este Jesús (el ex modelo portugués Diogo Morgado) viaja de la transparencia absoluta de una vida dscripta con máximas y parábolas a la violencia de la Pasión, un exceso realista dentro de un film sin cuerpo ni espesor, que sólo aspira a ser pura espiritualidad.