Heterofobia

Crítica de Emiliano Román - A Sala Llena

Mariano, sufre una situación violenta, traumática y dolorosa por parte de un amigo heterosexual. A partir de ahí adquiere un odio hacia la sociedad heteronormativa y patriarcal y una búsqueda constante de redención.

Hasta aquí podríamos decir que se trataría de una narración clásica donde hay un conflicto a resolver, pero lo interesante de Heterofobia (2015) es que es precisamente todo lo contrario: un relato vanguardista, que se vale de una mezcla de géneros -desde el melodrama hasta el surrealismo- para ofrecernos una historia distinta, novedosa y experimental.

Utiliza un dúctil lenguaje cinematográfico a partir de una amplia gama de recursos audiovisuales que le brindan una estética singular que van de lo barroco a lo lisérgico; varios fragmentos de escenas épicas de films clásicos para dar cuenta de la dominación patriarcal; constante uso de la música que regala notables versiones de muchas canciones conocidas; una voz en off a partir de una omnisciente presencia desde un lugar recitado, imagen pastosa, grumosa plagada de colores con alta pregnancia del rojo; y una narración poética que acude a influencias literarias y reflexiones filosóficas, psíquicas y sociológicas de una cultura dominada por patrones patriarcales.

Al principio cuesta bastante adaptarse a este formato, luego se ingresa en el relato, se aceptan las condiciones del juego y se comienza a disfrutar la historia, aunque por momentos resulte un tanto abrumadora. Parece corta (63 minutos), pero no lo es: la duración del film es precisa por la cantidad de estímulos que despierta y lleva un tiempo tramitarlos luego de presenciar la película.

Una obra que habla nada más y nada menos que de las pulsiones humanas, esas que muchas veces intentan ser domesticadas en pos del “bienestar” de una cultura que ha buscado siempre acallar a aquel deseo que se salga de la norma machista dominante. Afortunadamente, Mariano puede transitar un camino desde el dolor hacia espacios más luminosos, proceso nada fácil pero necesario a la hora de ser fiel a su propio deseo.