Hermosa venganza

Crítica de Federico Furzan - Cinergia

El relato de una historia distinta y con ritmo moderno

Mientras veía Promising Young Woman y comprendía la clara dirección que tomaba la película, empecé a preguntarme sobre el propósito de una película así. No creo que haya una intención de empoderar a las mujeres ya que eso sería demasiado exagerado teniendo en cuenta la trama. Creo que el propósito de una película así es más sencillo, y no requiere mucho análisis o deconstrucción. Un escenario ideado en el que sucede una historia ficticia. En el centro de esa historia, un dispositivo argumental atrapa al espectador. Se presenta rápidamente, sin muchas dudas. Y funciona perfectamente.

Un guion fantástico se encarga de enmarcar una fábula retorcida que solo propone la posibilidad de un sentimiento muy primitivo pero cinematográfico: la venganza. Ese oscuro y poderoso deseo que todas las mujeres y hombres han sentido en algún momento, pero ninguno como nuestra protagonista Cassie Thomas (Carey Mulligan). ¡Qué personaje!

Cassie es una joven que vive dos vidas al mismo tiempo. Durante el día, se encarga de servir café en una acogedora cafetería. A veces almuerza con sus padres, quienes la examinan y juzgan. Y parece que no tiene más amigos que la dueña del establecimiento en el que trabaja. Pero durante la noche es otra cosa. Se hace pasar por una inocente chica borracha que es presa de los chicos habituales del bar. La llevan a su casa y cuando ella revela lo que es, ocurren cosas. Todo forma parte de un plan para vengar un suceso del cual no hablaré.

La historia de Promising Young Woman tiene la suficiente fuerza como para ser una fantástica historia de venganza sin provocar la innecesaria conversación que algunos iniciarán sin duda. Esa discusión se orientará hacia la cuestión moral que la película deja finamente de lado. Teniendo en cuenta nuestra cultura actual de tener que ser políticamente correctos, esta consecuencia parece inevitable. Pero no creo que se tome partido en esa conversación, ya que el código moral de Promising Young Woman no se inclina hacia el realismo. Se trata simplemente de una película de venganza hecha de la manera correcta y orientada a una experiencia deseada pero poco realista. La película no tiene una visión profunda en su trama. Ni siquiera materializa el peligro en los actos de Cassie, ni explora mucho lo que la llevó a ser la mujer que es hoy. El poder de su personaje se basa en su infinita necesidad de mostrar corrección a todos los implicados en un acto despreciable y horrible de abuso sexual.

Liderada con maestría por Carey Mulligan (en una actuación por la cual seguro estará nominada a varios premios), Promising Young Woman es el vehículo definitivo de su larga carrera no reconocida. La confianza absoluta, la “inocencia de chicle” y una actitud llena de rencor justificado, son partes de su traje, y todo eso funciona para la confirmación del propósito del personaje.

Promising Young Woman dividirá al público. Su falta de corrección política es una característica de la que casi se siente orgullosa. Pero hay fuerza en la unidad, y la mayoría de los espectadores apoyarán el mensaje que la película lleva hasta el final. El debut de Emerald Fennell en la silla de directora es magistral, seguro y diferente al resto de películas que comparten el subgénero. Si hay algo que puede ganar con esto es orgullo, porque Promising Young Woman es una película de la que estar muy orgulloso.