Hell Fest: juegos diabólicos

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Hellfest es una película de terror que fue masacrada por la prensa norteamericana hace unos meses con un ensañamiento exagerado.
No representa uno de los mejores estrenos del año dentro de este género pero es una propuesta clase B que el fanático del subgénero slasher puede llegar a disfrutar.
Gregory Plotkin, quien dirigió el bodrio, Actividad paranormal: Dimensión fantasma (la entrega final de esa saga) en este caso construye un film con todos los elementos clásicos de las historias de asesinos enmascarados de los años ´80.
Su obra no reinventa esta temática y contiene todos los clichés familiares que se relacionan con estos relatos, pero en materia de entretenimiento funciona muy bien.
El concepto de la trama está bueno y probablemente hubiera resultado mejor con un guionista más creativo.
Plotkin desarrolla el relato con personajes adolecentes intrascendentes, cuyas muertes generan indiferencia porque no se establece ninguna conexión con ellos.
El espectador simplemente se limita a ser testigo como caen de a uno bajo el cuchillo del psicópata de turno hasta que queda la tradicional “final girl”.
No hay alusiones a las motivaciones del villano y tampoco se explica por qué se obsesiona con un grupo puntual de adolescentes en un parque de diversiones donde hay miles de personas.
Un detalle que vale la pena destacar de esta producción es la imponente labor que hicieron en el diseño de producción.
La decoración de los diversos escenarios que se presentan en las atracciones del parque es increíble por todos los detalles macabros que contiene y dan ganas que el parque Hellfest existiera en serio.
Recién en la escena final el director Plotkin le añade un giro muy interesante al villano que con un guionista decente podría brindar una futura continuación.
La película deja abierta esa posibilidad pero la concreción del proyecto dependerá de la recaudación internacional que consiga.
Reitero este punto, Hellfest no es un gran estreno de terror pero para los nostálgicos del slasher tradicional puede resultar un pasatiempo entretenido.