Hékate

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

La necesidad de abordar y visibilizar la violencia de género, síntoma preocupante del abuso de poder, la desigualdad y la discriminación ejercida contra las mujeres y el colectivo LGTBQ+, motivó a la directora Nadia Benedicto (Interludio, 2016) a realizar un thriller sobre dicha temática y que pondrá en juego la venganza, la libertad y la sanación.

Hékate (que significa diosa de las brujas) narra el encuentro de Kira (Rosario Varela) una paseadora de animales que, al momento de llevarle el perro a su dueño, Juan (Federico Luisi) un joven violento y machista, recibe una mordedura en su mano. Juan la hace pasar y le presenta a su pareja, Helena (Sabrina Macchi) a quien mantiene sometida a sus maltratos constantes. Luego de curarla, la invitan a cenar con ellos, pero de inmediato ella observa el destrato natural que recibe Helena. A medida que pasan los minutos, la violencia de Juan hacia ambas mujeres se vuelve insostenible, desencadenando un incidente, tras el cual, Kira escapará con Helena en un auto hasta alejarse de la ciudad. En una suerte de road movie, el recorrido será la oportunidad de liberarse y ser ellas mismas.

La ruta, la noche, el campo y un hotel serán los espacios para desarrollar una historia que fusiona el drama, la tensión y algunos elementos místicos. Al igual que en Interludio, la realizadora vuelve a centrase en el universo femenino, donde las protagonistas van en búsqueda de su identidad y de la reparación frente al dolor. A diferencia de la anterior, el tema de Hékate hace énfasis en la vulnerabilidad y discriminación que ejerce el patriarcado, en este caso, representado por el personaje siniestro de Juan, en quien se condensa todo lo que no debe ser una persona.

Con una alta dosis inicial de crueldad psíquica y física, el suspenso y la acción funcionarán a tono con el ritmo de la huída y el destino incierto de sus personajes. Pero lo que comenzó de forma más precipitada, se irá tornando más íntimo, catártico y simbólico hacia el final.

Partiendo de la historia de violencia que marcó la vida de mi abuela y entendiendo que ella se replica incansablemente en los cuerpos y vidas de miles de mujeres a través del tiempo, comencé a escribir esta película, con más preguntas que respuestas, pero con un deseo furioso por ponerle fin, comenta la directora.

Realizada casi en su totalidad por un equipo de mujeres, y en su paso previo a su estreno comercial, la película fue reconocida y premiada en diversos festivales internacionales y nacionales donde fue exhibida. Una de las distinciones recibidas fue al trabajo de fotografía y encuadres de la mano de Cecilia Tasso, que les aporta una interesante estilización a las escenas.

El tratamiento de la violencia de género en el cine argentino, tanto en la ficción como en el documental, a través de títulos como Salsipuedes (Luque, 2012) o Línea 137 (Vasallo, 2020) comparten con Hékate cierto discurso apelativo y concientizador que, en mayor o menor intensidad, se inserta indefectiblemente dentro de la historia.

En su segundo largometraje, Nadia Benedicto propone una mirada feminista y LGBTIQ+ a fin de poner un límite a la ola de violencia ejercida sobre tantas mujeres que, como Helena -en la escena de la laguna-, se atrevan a gritar tan alto como ella, para liberarse del miedo y la sumisión con la que han crecido.

HÉKATE
Hékate. Argentina/2021.
Dirección y guion: Nadia Benedicto. Intérpretes: Sabrina Macchi, Rosario Varela, Federico Liss y Julieta Brito. Edición: Sabrina Gazzaneo. Fotografía: Cecilia Tasso. Dirección de arte: Flor Penélope Núñez. Sonido: Marilina Giménez. Música: Lucy Patané. Duración: 77 minutos.