Hékate

Crítica de Juan Ignacio Quiroga - Loco x el Cine

Un arranque furioso ante un acto de violencia doméstica, un giro desestabilizador en busca de un plan y un viaje sin rumbo mientras los minutos cuentan.

HÉKATE, la guía de las brujas, es una película dirigida y escrita por Nadia Benedicto, cuyas protagonistas se conocen en el lugar y momento menos pensado: Kira (Rosario Varela) y Helena (Sabrina Macchi). Juntas se ven obligadas a abandonar “su zona de confort” para adentrarse hacia lo desconocido, lejos de la ciudad.

Una especie de road movie con representación sapphic, donde la impronta femenina pisa fuerte, mezclado con un tinte sobrenatural: el ritual.

Yendo a los detalles técnicos, gran parte del staff está conformado por mujeres. La fotografía de Cecilia Tasso logra balancear tanto las tomas de interiores como de exteriores, ofreciendo colores generalmente cálidos. Planos fijos y cerrados, alguna que otra ralentización, ofreciendo un ambiente de encierro. Las pocas escenas de libertad son reflejadas cuando a las actrices se las ve de cuerpo entero o de espaldas. En cuanto al ritmo narrativo, el montaje de Sabrina Gazzaneo juega mucho con el corte directo y el slow-motion, también el contraste entre el día y la noche. Además, podemos apreciar la música de Lucy Patané en tres momentos claves, porque el resto de la trama usa sonido diegético.

Sin olvidarnos de las actuaciones de Federico Liss y Julieta Brito, en el rol de Destiny, que irrumpe recién en el tercer y último acto.

Un thriller de 77 minutos con el fin de incomodar al principio, visibilizando lamentablemente un hecho que hasta el día de hoy sigue pasando, para luego transformar la atmósfera en busca de una liberación y recuperación de lo que les pertenece.