Heidi

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Tardó casi un siglo en aparecer pero finalmente la encontraron.
Anuk Steffen quedará en el recuerdo como la versión definitiva de Heidi en el cine y la televisión. Un enorme hallazgo del director suizo Allan Gsponer, quien decubrió a esta joven y talentosa actriz en un casting de 500 niñas.
La novela de Johanna Spyri se destaca entre los grandes de clásicos de la literatura que mayor cantidad de producciones brindaron en los medios audiovisuales.
Junto con esa obra maestra de la animación japonesa que realizó Isao Takata en los años ´70 esta nueva película sobresale como la mejor adaptación que brindó el cine con Heidi.
En materia de películas y miniseries live action el trabajo del director Gsponer es por lejos la mejor de todas y es muy poco probable que pueda ser superada en el futuro.
Un problema que tuvo la adaptación de este libro en el pasado es que los productores solían cambiar la trama original o la personalidad de la protagonista.
Un claro ejemplo de esta cuestión es la primera película que se hizo en 1937 con Shirley Temple. El argumento no le hacía justicia a la obra de Spyri y Temple repetía el mismo personaje de sus trabajos previos con la diferencia que en ese film se llamaba Heidi.
Aunque otras producciones luego se acercaron más al espíritu original de la novela, como la versión del 2005 con Max Von Sidow, las niñas protagonistas no llegaban a lucirse en el rol principal.
Esta es una cuestión donde este estreno marca la diferencia.
Anuk Steffen no interpreta a Heidi sino que directamente es Heidi y en esto tuvo un enorme mérito el trabajo de dirección.
Esta joven actriz que no tenía antecedentes en el cine sacó a la perfección la personalidad de la heroína de Spyri con los distintos matices de su personalidad. Anuk recrea a Heidi tal cual se comportaba en la obra literaria y logró desenvolverse muy bien en los momentos dramáticos.
La misma situación se da con el resto de los chicos que interpretan a Pedro y Clara, quienes tampoco habían trabajado previamente en el cine y brindan interpretaciones muy espontáneas, donde se conectaron a la perfección con la protagonista.
El clásico rol del abuelo en este caso corrió por cuenta de Bruno Gans, quien se roba algunas escenas como el hermitaño viejo de los Alpes.
Al tratarse de una película de dos horas el conflicto se vio algo condensado, pero el director logra desarrollar muy bien la experiencia de madurez que enfrenta Heidi a lo largo del relato.
El film inclusive incluye algunos guiños al animé de los años ´70, como la escena en que la protagonista es llevada por la fuerza a Frankfurt. Hay una escena en un tren que recrea un momento clásico del dibujo animado.
Desde los aspectos técnicos esta co-producción que surgió entre Suiza y Alemania es extraordinaria. Gsponer logró capturar a la perfección la belleza de los alpes y la naturaleza de esos paisajes que en esta historia juegan un papel fundamental.
Resultó un acierto también que Heidi recuperara la caracterización clásica del libro, es decir una niña morocha con rulos y vestimenta desaliñada, en lugar de la imagen hollywoodense que se vio en producciones previas. Por alguna extraña razón el personaje solía ser presentado como una niña rubia que usaba llamativos vestidos y parecía salida de una publicidad de chocolate.
La versión de esta nueva película está más en sintonía con el modo en que Johanna Spirit concibió originalmente a Heidi y es otro detalle que en este caso decidieron respetar.
Me gustó mucho este film por la manera en que el director abordó los momentos más sentimentales de la historia sin que la película caiga en un melodrama forzado.
Heidi es una excelente propuesta familiar que merece su recomendación y acerca a la nuevas generaciones de espectadores un gran clásico de la literatura infantil.