Héctor en busca de la felicidad

Crítica de Alejandro Turdó - A Sala Llena

¿Pasillo o ventanilla?

Si algo nos ha enseñado el cine en los últimos 10 años, es que la forma más precisa para emprender el camino del autodescubrimiento es irse lejos. Pero muy lejos, y de ser posible allá donde las diferencias entre la cultura visitada y la del protagonista en cuestión se perciban de forma más acentuada. Héctor en Busca de la Felicidad (Hector and the Search for Happiness, 2014) desanda este camino tantas veces recorrido en el último tiempo en la pantalla grande. Simon Pegg (Muertos de Risa, 2004; Superpolicías, 2007; Misión: Imposible- Protocolo Fantasma, 2011) hará las veces de Héctor, un psiquatra londinense que atraviesa un bache existencial desde el cual intentará descubrir el secreto de la dicha. En pos de cumplir con su cometido, el personaje emprenderá un viaje que lo llevará por Asia, África y Norteamérica.

Esta adaptación cinematográfica de la novela original de François Lelord funciona como films previos de temática similar, en la línea de La Increíble Vida de Walter Mitty (2013) y Comer, Rezar, Amar (2010). El talento de Pegg siempre lo hace un intérprete interesante con el cual el espectador se encariña e identifica, pero en esta ocasión los excesivos pasajes melosos de la película no permiten que salga tan airoso como en otras ocasiones. Peter Chelsom se puso detrás de cámara para dirigir esta transposición del libro al film, y si nos guiamos por sus antecedentes -Hannah Montana: La Película (2009) y ¿Bailamos? (2004)- podríamos tener una leve sospecha de que no vamos a ver una obra de arte monumental. Su pasado lo condena.

Tal vez la cuestión más fallida del film sean las incosistencias de un personaje principal que no parece del todo desarrollado, por el contrario está tan vagamente armado que no ofrece matices: es el hombre más bueno e inocente del mundo, incluso cuando la situación claramente amerita otra postura. Y parecería que para los guionistas no hubo viaje espiritual ni vuelta al mundo capaz de arreglar esta falencia. Rosamund Pike (Perdida, 2014) se luce como novia de Héctor, siendo esta la segunda película en la cual comparte cartel con Pegg después de Bienvenidos al Fin del Mundo (2013). Toni Collette (Pequeña Miss Sunshine, 2006) es tan efectiva como siempre en el papel de mujer casada con hijos que no tiene problema en batirle la justa al personaje de turno. Hay muchos actores famosos -que parecen en cierto punto- desaprovechados e interpretando pequeños roles, como es el caso de Jean Reno, Christopher Plummer y Stellan Skarsgård. Héctor en Busca de la Felicidad es una película que cumple a medias pero no deja de ser un entretenimiento válido y sin exigencias, siempre y cuando no empecemos a verle los hilos.