Hasta el último hombre

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

ESPECTÁCULO ESPECTACULAR

Mel Gibson es garantía de gran espectáculo. Esa una verdad tan evidente como que hay que olvidarse que cuando se toma unos tragos habla boludeces antisemitas y que tiene un gusto extremo por las imágenes sádicas. Concentrémonos en sus películas. ¿Quién no se entretuvo con El patriota?, ¿quién no acompañó al protagonista de Corazón valiente cuando blandía su hacha y corría en busca del enemigo? ¿Y La pasión de Cristo?¿Y la versión gore de la América precolombina en Apocalypto?

Sí, Mel tuvo algunos problemas pero está de vuelta con una película avasallante, que si bien se va al pasto en algunos momentos, sin lugar a dudas logra atornillar al espectador a la butaca.

Desmond Doss se convirtió en un héroe condecorado de la Segunda Guerra Mundial sin haber disparado un solo tiro y además salvó a más de 70 camaradas en Okinawa. Con Andrew Garfield en la piel de este joven que pertenecía a la iglesia de los adventistas del séptimo día, Hasta el último hombre avanza en diferentes registros aunque siempre dentro del marco de cierto clasicismo. La historia se divide en dos partes, la primera es la vida civil hasta el momento en que Desmond se alista y presenta su objeción de conciencia, lo que inevitablemente desemboca en una batalla judicial entre el ejército y el joven que quiere ir a la guerra sin por eso verse obligado a disparar. Superado ese tramo de la película, la acción se traslada al Japón. El batallón del protagonista debe tomar un punto de la costa, una batalla que lleva días desarrollándose y que resulta vital para la suerte de la guerra.

Entonces es donde Gibson, además de mostrar buen pulso para la historia clásicas, nos sorprende con unas escenas de gran crudeza, vuelan cabezas, extremidades, degüellan gente y buena parte del batallón que vimos entrenarse junto a Desmond termina masacrado.

No vale mucho la pena establecer alguna competencia entre películas de tono parecido como Rescatando al soldado Ryan, la guerra es bestial y en este caso se ve de manera extrema.

Mel Gibson lo hizo de nuevo, se reunió con un gran elenco para mostrarnos un caso real y dar cuenta una vez más de que es un director que nunca va a dejar de sorprender, con esa curiosa capacidad de hacernos gozar aunque el espectáculo sea truculento y extremadamente realista.

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE
Hacksaw Ridge, Estados Unidos/Australia, 2016.
Dirección: Mel Gibson. Elenco: Andrew Garfield, Sam Worthington, Luke Bracey, Teresa Palmer, Hugo Weaving, Rachel Griffiths y Vince Vaughn. Guión: Robert Schenkkan y Andrew Knight. Fotografía: Simon Duggan. Música: Rupert Gregson-Williams. Edición: John Gilbert. Diseño de producción: Barry Robison. Duración: 138 minutos.