Hasta el último hombre

Crítica de Jonatan Lamas - Citricón

Mel Gibson tras una larga ausencia vuelve a ponerse detrás de cámara para la narrar una historia dura, desgarradora, visceral, pero sobre todas las cosas es una brillante historia de heroísmo.

El protagonista es Desmont Doss, quien se enlisto para entrar en combate con su pelotón en La Segunda Guerra Mundial, pero lo que lo diferencia del resto es que por cuestiones de fe y religión no quiere portar en sus manos ninguna arma de fuego, quiere estar en la lucha y cumplir el rol de medico dentro de su escuadrón, gracias a su gran acto heroico él es recordado por ser un mártir de la paz y salvar de la muerte a 75 soldados estadounidenses.

La película está dividida en dos partes, una centrada en su infancia en donde era un chico problemático que golpea gravemente a su hermano con una roca y que ahí es donde toma conciencia de cambiar de actitud para su propio bien, también lo vemos en una relación algo distante con su padre, mas tarde se ve como se enamora de una hermosa enferma, ya en la segunda parte se muestra todo su entrenamiento, donde es encarcelado por no portar armas para poder servir a su país y luego todo su desafío al pisar el campo de batalla en Okinawa.

Gibson demuestra que tiene un enorme talento para dirigir una película y tomarse su tiempo para relatar bien las cosas de manera entretenida, es largometraje de casi 2hs 30 minutos, pero que lo valen, si algo hay que caracterizar al director es que es muy visceral en sus films, acá sobre el tercer acto es donde abunda la crueldad de la guerra hasta erizar por completo la piel a tal punto de casi sin dejar respirar al espectador, por suerte es una historia de heroísmo y está reflejado, Andrew Garfield convence en su rol protagónico y posiblemente obtenga una nominación al Oscar por su papel, los secundarios también son todo un lujo: Hugo Weaving, Teresa Palmer, Rachel Griffinths, Sam Worthington y hasta incluso Vince Vaughn que sale un rato de las comedias simplonas.

Lo bueno: Una historia bien narrada, actuaciones destacables y un Mel Gibson que regresa con todo.

Lo malo: Nada.