Hansel & Gretel

Crítica de Maximiliano Curcio - EscribiendoCine

No es otro cuento para niños

Sugestivo como buen film de terror que se precie de serlo, Hansel y Gretel (Hansel and Gretel, 2007) da una vuelta de tuerca bastante ostensible al popular cuento infantil que le da titulo al film. Esta vertiente coreana y dark del clásico literario consigue mantener el interés y la inquietud a medida que su trama avanza.

Basada libremente y con algunas especificas referencias al cuento de los hermanos Grimm, el film cuenta la fábula de una idílica casa de ilusión habitada por niños quienes, entre su mundo idealizado de juegos e inocencia, esconden el destino trágico que les deparará a los adultos.

Con un matiz siniestro agregado a al cuento originario de la tradición medieval alemana, el film va descubriendo su propio potencial visual a medida que construye su impronta. Revelaciones complejas a lo largo del mismo nos harán participes de este tortuoso recorrido a la perdición, donde los caminos del bosque son apenas el comienzo de un cuento para nada feliz.

Empleando con destreza y sin excesos nocivos los recursos cinematográficos mas mentados del j-horror, esta revisión truculenta de Hansel y Gretel se dota de un aura pesadillesca, apoyándose en una atmósfera opresiva y asfixiante. Yim Pil Sung se desenvuelve con soltura en el género y su mano creadora manipula y dota a la historia de interés gracias a su gran factura visual, algo que habla a las claras del talento aun por pulir de este realizador que va forjando su estilo.

El film es un compendio de géneros que le sienta. Definida como una fantasía oscura que se nutre del thriller para adquirir su identidad genérica. Con puntos en común con films como El Orfanato (2007) o El Laberinto del Fauno (Pan,’s Laberynth, 2006) que también han tenido a niños como protagonistas, la historia nos habla de los miedos de la niñez, los mundos aparentes, la perdida de la inocencia y la dimensión psicológica de lo irracional. Lo que se dice, todo un mandato surrealista. Atrapados en un mundo de eterna niñez, esa prisión aislada del mundo exterior se revela como un arma disparadora de los temores humanos mas intrínsecos.

Sin embargo, la inexperiencia del realizador le juega en contra a la hora de cerrar la historia, la cual será resuelta de modo más bien esquemático en términos narrativos y el clímax final no estará a la altura de lo esperado,. En su tramo final el film evidencia cierta falta de criterio y varios pasajes de más, tornándose por explicativa innecesariamente. Su reverso es una travesía de horror.