Hanna

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

La clásica historia del salvaje que conoce la sociedad por primera vez da un giro efectivo y de la mano de uno de los mejores directores de la actualidad.

Hanna no es una película de acción. Hanna no es un drama. Hanna es una mezcla justa con esos dos ingredientes. Por un lado, conocemos la historia de esta jovencita (Saoirse Ronan), que se crió junto a su padre en las estepas nevadas de Finlandia, entrenando día a día con su padre (Eric Bana), cazando para comer y, de a poco, convirtiéndose en una máquina de matar.

Por el otro, Hanna, como cualquier chica de 14 años, quiere conocer el mundo, lo que hay más allá de los bosques. Quiere sentir la música y tener amigos. Por eso, cuando su padre, un ex CIA rebelde, le da la posibilidad de irse, le advierte que hay gente que la busca, en especial la señora Marissa (Cate Blanchett), involucrada de alguna forma en la trágica muerte de la mamá de la chica.

En ese momento la historia se divide en dos. Por un lado vemos cómo Hanna es atrapada por la gente de Marissa y cómo posteriormente escapa, quedando sola en Marruecos, en donde conoce una familia con la cual crea un fuerte lazo de amistad. Por el otro, el padre de la chica intenta llegar al punto de encuentro pactado con Hanna, mientras que él también es perseguido por los agentes oficiales y extraoficiales de la elegante agente. Pero, ¿Por qué les interesa tanto llegar a ella?, ¿Qué es lo que hizo el padre de Hanna? y, sobre todo, ¿Quién es Hanna?

Estas incógnitas son algunos de los puntos argumentales más fuertes de Hanna, esta nueva obra de Joe Wright (El Solista, Expiación, Deseo y Pecado) en la que abandona el drama (o mejor dicho, lo toca de costado) para involucrarse con una película de una temática de misterio y acción. Una típica película de intrigas de espías, bah, pero con algunos toques modernos que hacen que se asemeje más a Identidad Desconocida que a los clásicos de la Guerra Fría. Con música original de los Chemical Brothers (una excelente elección, y definitivamente uno de los soundtracks más interesantes del año), Wright se despacha con planos secuencia larguísimos, con planos expresivos que dejan mudo y con un movimiento de cámaras que roza la modernidad inquieta, pero que a la vez tiene el pulso firme del cine de antes.

La historia, si bien no es LO original, está muy bien contada por parte del director, y el trío de protagonistas conformado por Ronan, Bana y Blanchett se luce a fuerza de puro talento.

Hanna es una de esas películas que no pueden dejar pasar. Vayan al cine, escuchen la música y vean el trabajo de un director que aún no filmó su mejor película, pero que con esta estuvo más que cerca.