Hanna

Crítica de Daniel Castelo - ZonaFreak

La fuga hacia adelante como escape improbable, como disparador de una crónica con final trágico (casi) anunciado. Hanna plantea una historia de batallas personales, ocultamientos, dolor y persecusiones, pero, por sobre todo, representa un buen ejemplo de relato de aventuras clásico y a la vez teñido de posmodernidad y conflictos de época.

El film nos muestra a una adolescente, Hanna (Saoirse Ronan), criada al costado de la civilización por un padre (Eric Bana) obsesionado con hacerla fuerte, guerrera, implacable, una amazona del presente con aires de heroína medieval. Alguien quiere matarla. Ese alguien, en algún momento de su vida, intentará eliminarla, borrarla del mama. Y ese momento llega cuando ella está lista para enfrentar la batalla.

Joe Wright (que viene de tambalear con la irregular The Soloist) plantea con precisión ¿germana? un laberinto con minotauro incluído al final, en el que la protagonista de marras, la escapista, la teen fatal de armas llevar, sostiene la acción en modo Rambo First Blood, o más acá, como una Nikita de perfil sajón, implacable y corriendo de forma continua una difusa frontera entre lo correcto y la más rematada amoralidad.

¿La oponente en este lío? La despiadada Marissa (maravillosa Cate Blanchett), ejecutora en todo el sentido de la palabra, encargada de terminar con el problema que le genera el hecho de que una beba modificada genéticamente, que se suponía iba a ser utilizada como indestructible soldado del Estado, haya terminado siendo apropiada por uno de sus colaboradores y educada para que nunca aceptara servir a los fines para los que había sido creada.

Una trama de violencia, con pasajes de acción de alto voltaje, sobre todo a cargo de la mediana fémina en cuestión, además de un gran momento protagonizado por su padre, en un espectacular Eric-Bana-Contra-Todos. El clima de opresión que presenta el guión de manera constante (espacios amplios con encerronas continuas, cazadores al final de cualquier curva rutera) se ve subrayado por las múltiples locaciones que sirvieron como escenario de la aventura, un protagonista casi excluyente de la historia. Además, como bonus, la música hipnótica de los Chemical Brothers, condimentando con clima de rave extasiada y terminal.