Han Solo: una historia de Star Wars

Crítica de Alan Schenone - Proyector Fantasma

Tengo un mal presentimiento sobre esto
Después de varios problemas e interrogantes con su producción; un cambio de director y falta de información que se tuvo sobre el film a pocos meses de estrenarse, Alden Ehrenreich (Han Solo) visita los rincones más recónditos de la galaxia mientras conoce tanto a villanos como amigos, en un film donde nada ni nadie es lo que dice ser.

Las dudas por la calidad actoral de Ehrenreich al encarnar a un personaje tan especial bajo la sombra de Harrison Ford, y la incertidumbre por el cambio de director en medio de la filmación, se vieron opacadas por un elenco que supera con creces cualquier team-up visto hasta la fecha. Qhi’ra (Emilia Clarke), Beckett (Woody Harrelson) y el carismático Lando Calrissian (Donald Glover) se topan en el camino de Han para desentrañar el mundo de los estafadores, entre alianzas, traiciones y promesas con poco vuelo.

Definitivamente, el nombre de “Una historia de Star Wars” le sienta bien al largometraje enfocado en los primeros pasos del cazarrecompensas devenido héroe, Han Solo. El film recorre escenarios de todo tipo, personajes y seres de distintos lugares siguiendo la línea aventurera tan característica de la franquicia que George Lucas dejó en evidencia con A New Hope (1976). Bajo esta impronta, Han Solo se desenvuelve como un western especial en el que nadie es tan bueno. En su narrativa, los actos de Han Solo exponen el cambio de director y los reajustes con un primer acto un poco largo y no tan entretenido como se podía pretender. Con la inclusión de nuevos personajes en su segundo acto, el film cambia el ritmo para ser una película más entretenida y divertida, con grandes escenas de acción y aventura. Con muchos gags y referencias al futuro, Solo expone ciertos detalles de la personalidad del personaje que explican las motivaciones que vemos en un desinteresado Han en Una Nueva Esperanza y como comienza su camino del anti-héroe más adelante.

Sin embargo, cada aspecto de las distintas aristas relacionadas a la mitología del personaje que se desarrolló en distintas películas, tuvo el cuidado necesario. Por ejemplo en el primer encuentro con su inseparable amigo Chewbacca, las partidas de sabacc por el Millenium Falcon o el homenaje elocuente de Han Shoot First, tan polémico y hasta censurado por el propio George Lucas en la remasterización de Episodio IV.

Han Solo: Una Historia de Star Wars reúne todos los condimentos necesarios para generar un producto a la escala de la franquicia, pero se queda a mitad de camino por no tener un guión que la sostenga de forma más sólida. Más que una actuación correcta, Ehrenreich no logra llegar al espectador, con él ocurre algo diferente al carisma y energía en pantalla que brinda Donald Glover (Atlanta).

Así y todo, Han Solo: Una Historia de Star Wars es una historia entretenida, digna de los viejos westerns, con un gran elenco que la acompaña y la ayuda a mantener el equilibrio cuando su guión no lo hace. Una película que pudo haber sido más, pero por los problemas en su realización no lo fue, a solo 12 parsecs de perderse de la vista de los no tan fanáticos.