Hambre de poder

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es nada menos que la historia de la construcción de un imperio económico global, el de comidas rápidas más famoso del mundo. Y se centra en el encuentro de Ray Kroc con el exitoso restorán de San Bernardino, de los hermanos McDonald. Ellos inventaron un sistema de servicio de hamburguesas de calidad, que se prepara exactamente igual unos a otras, de manera rápida, limpia y se sirve sin cubiertos. Cuando Kroc un vendedor de aparatos que vive en las rutas y se siente un fracasado ve el éxito y el sistema, siente como una iluminación, la idea que buscó toda su vida, la que aprendió de los discos de autoayuda que escucha todas las noches. Y a partir de ese momento, toda su ambición se pone en marcha y no parará hasta figurar como el “ verdadero” fundador de la cadena, sin tener piedad de los hermanos del apellido famoso, de su esposa o de cualquier otro obstáculo que se ponga en su camino: practica un capitalismo salvaje que lo lleva al éxito. Es como, muchos señalaron, igual a Steve Jobs, un genio para vender ideas ajenas, un talento que lo lleva a la cima. El director John Lee Hancock y su guionista Robert D. Siegel no contaron con el visto bueno de la empresa pero tampoco los acosaron para impedir el film. Si tuvieron un familiar de los reales fundadores a favor. Michael Keaton le imprime a su personaje una energía y también una seducción, como para hacer digerible y por momentos fascinante a un hombre sin escrúpulos. Quizás se le puede reprochar al film que no indaga las consecuencias sobre la alimentación de la comida rápida, o los standards de calidad que se cuestionaron en otras investigaciones. Pero en este retrato ya esta el germen de todo y en especial cuando se construye el verdadero poderío que no reside en otorgar franquicias sino en ser el propietario donde se construyen los restoranes. A tal punto que la empresa es una de las que mas propiedades inmobiliarias tiene en el mundo. Una película que muestra toda una época y los ecos actuales. Para charlar y mucho después de verla.