Halloween: la noche final

Crítica de Patricia Pritzker - Chapeau Argentina

Han pasado 44 años desde que en 1978 se inició la saga que catapultó a la fama a Jamie Lee Curtis como la niñera Laurie Strode con un simple título: "Halloween". A partir de ese boom llegaron varias secuelas, donde la protagonista, escapaba de la muerte a manos de Michael Myers una y otra vez. “Halloween, la Noche Final” es el cierre de esta saga, al menos para Curtis. Esta película funciona, y tiene todo lo que esperamos los amantes del género. Es cierto que hay algunos jump-scares que se ven venir pero el guion tiene vueltas de tuerca y si bien no hay tantas muertes como la franquicia nos tiene acostumbrados hay un par de escenas impactantes en este nuevo enfrentamiento Strode-Myers. La acción nos vuelve a situar en Haddonfield, en la clásica celebración de Halloween de cada año. Los padres de un niño, contratan como niñero al joven Corey Cunningham (Rohan Campbell) para poder asistir a una fiesta. Esa noche las cosas salen muy mal y todo cambia. El pueblo culpa a Corey y una sucesión de desgracias lo pone frente a frente con Myers y aunque al principio le teme, se convierte en su aprendiz. Por otro lado, Laurie lleva la carga de haber tenido una vida traumática, y a pesar de eso, pudo comprarse una casa, está escribiendo sus memorias y luego de perder a su hija Karen, vive con Allyson (Andi Matichak), su nieta, una enfermera que entabla una relación con Corey. El desenlace cuenta con una seguidilla de muertes que van in crescendo hasta llegar a la clásica batalla entre el bien y el mal. Todo esto capturado por la dirección de David Gordon Green, y buenas actuaciones que nos dejan, como saldo final, suspenso y el caudal de sangre al que "Halloween" nos tiene acostumbrados y que los fanáticos del gore van a disfrutar. Imposible no destacar la icónica música de John Carpenter.