Había una vez... en Hollywood

Crítica de Roger Koza - Con los ojos abiertos

En Érase una vez en Hollywood, Tarantino intuye el fin de la década de 1960 como una época en la que algo terminó para siempre: las relaciones inocentes entre cine y espectáculo. El asesinato de Sharon Tate es el episodio sintomático y el espectro simbólico que mantiene asegurada a la propia película de no ser lo que puede parecer: un conjunto lúdico de tramas que conmemoran una época de las series de televisión y la aparición de los westerns hechos en Europa. El personaje interpretado por Margot Robbie, como la hermosa actriz asesinada por miembros de “La familia” a las órdenes de su líder, Charles Manson, es la huella de lo real que contradice y equilibra el juego.