Guerra de papás

Crítica de Lucas Rodriguez - Cinescondite

Daddy's Home es una comedia a la que no le había prestado la más mínima atención. Es más, no tenía idea de cómo se llamaba la película en su título original, ésa era la atención que merecía una comedia de familias nuevas, padrastros y padres rebeldes que regresan a competir con el nuevo pilar parental de la casa. Pero detrás de una fachada que se ha visto en el terreno de la comedia una y otra vez, hay chispazos de genialidad y de querer hacer las cosas un poco diferentes, amén de la química entre Will Ferrell y Mark Wahlberg, ya probada en la comedia de acción The Other Guys.

No hay nada relativamente original en la película de Sean Anders, pero si no se espera mucho de ella se puede notar aquellos lugares en donde la comedia lucha por rasgar los bordes establecidos y apuntar a momentos más grotescos, inesperados e hilarantes de lo que la propuesta puede encasillar a la trama. Ferrell casi parece en modo automático, y eso no desentona con el tono buscado. Como el padrastro abobado de una familia modelo, su estilo de comedia le viene como anillo al dedo a la contraparte que genera Wahlberg, quien encontró un nicho en el género y parece no despegarse de él con los buenos resultados que obtiene. Su competitiva relación es lo que mantiene a flote a la película, ya que gastados gags sobre racismo, el típico quién la tiene más larga - momento literal en la historia - y demases yerbas luchan por tirar abajo los atisbos orgánicos que pueden ser aplaudidos por la platea.

La trama puede flaquear para los noventa minutos de duración, pero el elenco secundario ayuda a subsanar los momentos más áridos de la comedia. Thomas Haden Church en particular tiene grandes escenas como el jefe de Ferrell adepto a contar historias de sus ex-esposas que siempre terminan muy mal, y el trabajador multiuso de Hannibal Buress cae en el estereotipo racista de siempre, pero porque Buress es un gran comediante, salva las papas en más de una ocasión.

Daddy's Home es una convencional comedia que se eleva cuando no quiere jugar las cartas habituales de la comedia, y durante toda interacción del dúo Ferrell & Wahlberg. Es una agradable película pasatista que funciona mejor si uno no sabe nada de ella.