Guerra de papás 2

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Ya con la primera, Mark Wahlberg y Will Ferrell encarnaron con cierta gracia la diferencia entre el padre dedicado y sensible y el macho que no llora. Ahora en la secuela, con la navidad cerca y la idea de pasarla todos juntos, convocan a los padres de ambos. Así llega el talentoso John Lithgow para ser más hablador y sensiblero que el hijo que compone Ferrell. Y Mel Gibson, como el hombre alfa, ex astronauta, una especie de sátira de si mismo, como el papá de Wahlberg. Entre los cuatro caminan el sendero de la comedia con lugares comunes de enredos, caídas y roturas. No falta ninguna de manual. Y los co-padres originales deberán luchar contra sus progenitores y sus traumas de la infancia. Nada especialmente remarcable. Humor físico, blanco, tonto, para que se pueda ver con toda la familia y quizás disfruten los chicos.