Guasón

Crítica de Gastón Navarro - EL LADO G

OBRA MAESTRA. Joker es lo que merece el personaje. No se guarda nada. Joaquin Phoenix con una clase impresionante de actuación, casi que no tiene rivales para el Oscar. Todd Phillips hace el mejor film de su carrera y la mejor película de DC Comics.

Desde hace muchísimos años, ha sido una interminable batalla en la historia cinematográfica de DC Comics el tono que deberían llevar sus películas. Desde la visión y estética de Tim Burton a finales de los 80 con la primera aparición de Jack Nicholson, hasta la interpretación de Jared Leto en Suicide Squad (2016), el universo DC y más precisamente, la gallina de huevos dorados de Warner (Gotham City) tuvo varias representaciones, que para bien o mal, siempre han generado polémica en todo el ambiente que rodea al cine.

Ahora en 2019, el director Todd Phillips parte de la interesante idea de presentar una historia basada en un personaje de DC, pero que en ningún momento se siente como una película de las denominadas comiqueras. Los últimos años en este género como lo saben, han sido abrumadores en cuanto a la oferta que a lo largo de los meses, superhéroes de cualquier tipo supieron copar la parada de la industria (incluso ganando Oscars) y se instalaron durante todo el calendario para que siempre exista una opción familiar y amigable de disfrutar una película divertida, cargada de acción, emociones alegres, explosiones y heroísmo, entre otras cualidades positivas de los personajes con trajes ajustados. Joker es el trueno que viene a destrozar al árbol perfecto que creció por mucho tiempo y nunca se movió de su tierra firme. Una película que apuesta una vez más a la humanización de este maravilloso mundo, pero a niveles supremos. Ni siquiera el respetado Chris Nolan y una de sus máximas obras The Dark Knight (2008) pueden acercarse al excelente film que logró Phillips, quien venía con un historial de películas cómicas, muy buenas por cierto, pero que como mínimo levantaron sospecha por agarrar al príncipe del crimen en su primera e histórica película individual. Si bien el director ha mostrado cosas muy positivas en War Dogs (2016), su última película antes que Guasón, en este film que además es el primero del sello DC Dark y juega a ser un elseworld, se puede notar un cambio rotundo en todos sus cualidades, algo tan notable que rápidamente la posiciona por muy lejos como su mejor película hasta la fecha.

Este film funciona tan bien y es algo tan increíble de ver porque es de esas películas que ya no se hacen. Ya sea por las capacidades técnicas de los realizadores, por la sensibilidad en la sociedad que vivimos o por restricciones de los estudios. Las posibilidades y causas pueden ser infinitas, el hecho es que Joker se siente como algo premium, de una calidad abrumadora con un curado perfecto y es una radiografía que muestra talentos en todas sus líneas. Sin dudas los que crecieron viendo clásicos de los 70s y 80s como Taxi Driver (1976) o The King of Comedy (1982) repetirán un éxtasis cinematográfico y todos aquellos que la descubran, será como romper una barrera en sus formas de ver películas. Es un film que incita al espectador a una clara evolución. A un paladar más fino. Desde un primer momento, Phillips le presentó esta idea cruda, sucia y realista a Warner que de manera increíble aceptó (¡Gracias!) para realzar una vez más la imagen del villano más pesado e importante de la historia de los comics. Parte del plan era volver a las raíces que se vieron con Heath Ledger y de una buena vez explotar todo el potencial que un personaje tan complejo e indescifrable como el Joker puede tener.

Joker es una película que no quiere caerte bien, en ningún momento. Desde los inicios se siente absolutamente como un film de varias décadas atrás. Es incómoda, dolorosa, sufrible, angustiante, terrorífica, excitante y magnífica. No estoy exagerando, de hecho podría seguir sumando adjetivos, pero quedó claro el punto. Todo esto se debe a un perfecto guión que sabe llevar de manera excelente la historia y la transformación del personaje, a una dirección sublime que con planos maravillosos transmite de manera poderosa la trama y sí, claramente a Joaquin Phoenix, el hombre que tiene una cita con el Oscar dorado en los próximos meses. Es increíble la dedicación y la transformación de Phoenix para interpretar a un personaje que venía de una lamentable última aparición, haciendo olvidar rápidamente el paso en falso del Mr. J en Escuadrón Suicida para conectar directamente con el concepto del querido Heath Ledger (1979-2008) y validar una vez más que ese es el Guasón que queremos. Un criminal sin precedentes, una ruleta rusa de posibilidades, una mente maestra y un símbolo del caos. El terror de Gotham, el tipo que con su rostro pintado puede hacer lo que quiera.

A diferencia de otras apariciones del villano, acá están sus orígenes, o al menos uno de los tantos que podría tener el Guasón. La película no da muchas vueltas, es precisamente la historia de Athur Fleck, un comediante que vive junto a su madre en una Gotham muy picante y consumida por la violencia, la discriminación social y más que nada, la mala leche que caracteriza a esta ciudad. Estéticamente, más allá de que tiene un altísimo grado de negatividad, es una de las mejores Gotham representadas en el cine. La desolación es real, se puede sentir que vivir en esa ciudad es realmente una selva, del que sobrevive el más apto y Phillips una vez más rescató de su libro de inspiraciones un poco de toda esa locura que se vive en Taxi Driver. Una Gotham que se aleja de lo gótico y el neón, para quizás acercarse un poco más a la que se puede ver en Batman Year One (1987) de Frank Miller y David Mazzucchelli. ¿Joker Year One? Lo hermoso de este film es que no hay mafia ni nada que se robe muchos minutos con personajes secundarios, es simplemente una obra íntegramente dedicada a A. Fleck, el hombre que está destinado a grandes cosas.

La dirección, Joaquin Phoenix en un nivel superlativo y un soundtrack descomunal se dividen todo el oro que merece esta película, pero también hay que prestar mucha atención a un sublime guión que toca puntualmente temas complicados y reales, situaciones que se presentan diariamente en la sociedad. No es una película para todos, lo aclaró el director en recientes entrevistas y de hecho tiene mucha razón. Es un drama impresionante que sin anestesia arroja sin parar situaciones realmente incómodas y de fácil procesar. Es de esas películas que generan constantes cuestionamientos. ¿Está bien lo que hace el Joker? ¿Está bien lo que hizo la sociedad con Arthur? Son algunas de las preguntas que se generan viendo este film que cuenta con actuaciones perfectas, compañeros de reparto que acompañan con altura a Phoenix como Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen, Brian Tyree Henry, Glenn Fleshler y Shea Whigham, entre otros. Todos juntos hacen de este film, un inmediato clásico.

JOKER es por muchísimas razones la mejor película de DC Comics de toda su historia. Así de simple. Todd Phillips entendió de manera perfecta al personaje y lo llevó a niveles que rompe absolutamente con todo lo que se hizo antes. Sus orígenes son muy dolorosos, pero el premio es el nacimiento de un poderoso e hilarante símbolo. Todo el film maneja un potencial increíble, pero más que nada, su última media hora es por lejos, lo mejor del año.