Guardianes de la galaxia

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Bienvenidos a un lugar en el que nada ni nadie tiene asegurado su lugar.
Un espacio cinematográfico en el que las formulas más conocidas son transgredidas y reformuladas desde la inteligencia y la autoreferencia. Apelando a una de sus franquicias menos populares, Marvel y Disney quieren explotar las taquillas con una película que recupera el humor a base de ironía y punchline, potenciado por la torpeza necesaria de sus protagonistas, para generar una empatía obligada en personajes que, a pesar de una primera mala impresión, cada uno de los alienígenas del grupo de "Guardianes de la galaxia"(USA, 2014), terminarán siendo entrañables al finalizar el viaje.
Peter Quill (Chris Pratt) es un terrestre perdido en el universo, y que a fuerza de buscar piezas perdidas por encargo y luchar contra los que las poseen, trata de mantenerse en equilibrio escuchando música de los años 70 (hits de segunda línea). Mientras busca como saltar en la cadena de mando a su jefe (Michael Rooker), creerá que la solución es escapase con el último botín encargado. Pero en su fuga, imprevista y espontánea, se topará con Gamora (Zoe Saldana), hija de un malvado ser y que respondiendo a Ronan (Lee Pace), el villano de turno, tratará de recuperar una pieza que, aparentemente, posee la clave y el poder necesario para controlar o destruir la galaxia (según el poseedor).
A ellos se sumara el mapache Rocket (Bradley Cooper) y el vegetal Groot (Vin Diesel), unos caza recompensas que contrastan por sus diferencias (cualquier comparación con R2D2 y C3PO es inevitable), y que finalmente entre todos trataran de proteger esa pieza para evitar que caiga en manos equivocadas y cobrar la fortuna que darán por ella. Más tarde al equipo se unirá Drax (Dave Bautista), un irracional personaje, que conocerán en la cárcel y con quien desde un primer momento no quedará claro cómo relacionarse con él y evitar que desate su furia incontenible con alguno del grupo.
La película de James Gunn (también autor del guión) profundiza sobre temas que siempre están presentes en filmes de la Marvel: amistad, trabajo en equipo, valentía, esfuerzo, sumando como diferencia con sus antecesoras, en esta oportunidad, un discurso que encuentra en la recuperación de iconos de la cultura popular (Alf, Footlose, etc.) la base necesaria para que un público nostálgico llene las salas.
La película está dividida en dos partes bien claras. En una primera etapa de presentación y reconocimiento, hay un prólogo que precede una escena inicial que ya está destinada a convertirse en un clásico, y que marcará el tono de todo el filme.
La segunda etapa es una búsqueda de identidad grupal mientras combaten con las fuerzas del mal, principalmente para mantener el orden del universo. Una serie de personajes secundarios, interpretados por actores de la talla de Glen Close (Nova Prime), John C. Reilly (Rhomann Day) y Benicio Del Toro (El Coleccionista) además dotan de calidad a un producto que va tomando vuelo de a poco a fuerza de efectos especiales y diversión.
Mientras que las películas de héroes, principalmente las de DC comics, se ponen cada vez mas solemnes y serias, "Guardianes de la Galaxia" se ríe de si misma, sin tomarse en serio y ofreciendo un entretenimiento único, con mucho mas humor que el que imaginábamos que una película basada en un cómic podía tener y menos pretensiones.