Gravedad

Crítica de Marcelo Artal - La letra indómita

Cine envolvente.

El espacio es quizás el escenario más inhóspito que el ser humano pueda imaginar. Gravity se hace de esa premisa y elabora un relato escalofriante que no le da descanso al espectador de principio a fin.

Prácticamente no hay historia que contar en la película, pero tampoco es necesaria. Gravitiy no es un cuento de supervivencia, sino más bien una experiencia. Hay una línea argumental que aporta cierta perspectiva a los hechos, pero el filme pone el foco en los aspectos sensitivos, no en lo narrativo, y lo hace con excelencia, gracias a una dirección que tiene más que merecida el Oscar.

Se trata casi de una lección de cinematografía. La película transcurre en continuado y su percepción de tiempo real es inigualable, gracias una edición que supera todos los estándares conocidos. Lo interesante es que los realizadores no hayan caído en la tentación de utilizar técnicas de filmación propias de películas como Blair Witch Project o Cloverfield, sino que se hayan ceñido a la fotografía tradicional. Aunque tradicional, en este caso, no implique falta de originalidad. La fotografía de Gravity se destaca no sólo por sus soberbias tomas, sino por el dinamismo incluido dentro de las mismas. Hay un trabajo de planificación de cámaras y ángulos sinceramente impactante, amén de la ya comentada edición, que sin dudas incluye un impresionante despliegue de efectos especiales.

Gravity son 91 minutos de frenetismo, asombro e impacto sensorial. Es una de las experiencias espaciales más inmersivas que se hayan visto en la historia de la pantalla grande, y como tal, es de visón imprescindible para todos aquellos amantes del buen cine.