Grandes héroes

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Mi querido robot inflable.

El concepto, el diseño y la música de Grandes héroes son seductores. Los amantes de la tecnología se darán un pequeño gusto viendo esta película que juega a ir un poco más allá en el futuro para mostrar el siguiente capítulo de la evolución de las máquinas. Decir que el protagonista es un robot inflable -Baymax, programado para tareas médicas- es sólo una parte, pero importante, de lo que ofrece este relato. El compañero de Baymax y líder en la historia es Hiro, un niño genio que tras la desaparición de su hermano decide poner toda su inteligencia en la cacería de un villano enmascarado.

Grandes héroes es una película de superhéroes y, como todas ellas, tiene un origen gris que da fuerza al corazón de los paladines. En este filme la dosis de pérdidas afectivas es importante. Hiro atraviesa tristezas que no son disimuladas en el desarrollo.

Él busca a la persona que se llevó su invento: micro robots magnéticos que se configuran con una orden telekinética para hacer lo que el amo humano les ordene. Sus amigos estudiantes de la universidad tecnológica se suman a la causa, revestidos con poderes programados a través del teclado.

Pocas veces es tan evidente como aquí el romance entre el cómic norteamericano y el japonés (el manga). Decir que todo transcurre en una ciudad futurista llamada San Franstokio es sólo el comienzo. Pagodas, linternas rojas de papel, kimonos, dragones y máscaras del teatro kabuki abundan en un paisaje que lleva el tradicional Barrio Chino a escala de una ciudad donde Oriente y Occidente conviven en el equilibrio del ying y el yang.

Hay momentos de creatividad y libertad refrescantes. Luego, y para alentar a futuros episodios, los superhéroes se asumen como tales y el cuento entra en terreno más previsible. Pero ese es material para sociólogos.

Grandes héroes
Animación. Familia.
Excelente
(Big hero 6 , EE.UU., 2014). Dirección: Don Hall, Chris Williams. Guion: Jordan Roberts y otros. Música: Henry Jackman. Montaje: Tim Mertens. Diseño de producción: Paul A. Félix. Apta para todo público. Duración: 102 minutos. Complejidad: nula. Violenica: nula. Sexo: nulo.