Grandes espías

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Cuando el agente especial de la CIA Jason Jones (Dave Bautista) es degradado a un simple trabajo de vigilancia, es descubierto por la hija de la mujer que debe monitorear, la brillante y valiente niña de nueve años, Sophie (Chloe Coleman) usa su habilidad tecnológica y astucia para encontrar el escondite secreto de JJ cerca del apartamento que comparte con su madre. A cambio de no revelar el escondite del espía, Sophie lo convence de pasar tiempo con ella y enseñarle a ser espía.

Esta comedia utiliza una fórmula conocida, la del tipo rudo que tiene que lidiar con un infante. Tanto Arnold Schwarzenegger como Dwayne Johnson ya estuvieron en ese lugar y ahora le toca a Dave Bautista, famoso por su papel en la película Guardianes de la galaxia. Lo que podría ser un film rutinario e incluso insufrible sorprende por ser genuinamente gracioso y poco preocupado por la agenda de puritanismo blando del cine actual. Más parecido a las comedias de los ochenta y los noventa que al cine contemporáneo, Grandes espías hace reír y tampoco tiene problemas para desplegar un humor inteligente y provocador. Obligadamente busca algo de ternura en algún momento pero remata con un buen ejercicio de irresponsabilidad y disparate, lo que corresponde cuando uno quiere hacer una comedia.